Fiesta del PP en Galicia. Feijóo y su candidato Rueda se funden en un abrazo. Comparten la victoria. Feijóo se echó a la espalda la campaña. Después de una semana de incertidumbre y errores no forzados como la amnistía, ha salvado la bola de partido y ha reforzado su liderazgo. Los populares presumen de haberle ganado todas las batallas electorales a Sánchez y alardean de poder territorial. La España de Feijóo teñida de azul y la de Pedro Sánchez de rojo menguante. Jugaron la carta del miedo a los independentistas y ha funcionado. Sus barones están eufóricos. La primera Ayuso y después todos los demás. Ahora toca ir a por Sánchez sin piedad con la amnistía entre los dientes.