Si ellos hablaran

¿Por qué se han producido los cinco mayores ataques de animales a personas?

¿Por qué se han producido los cinco  mayores ataques de animales a personas?

¿Por qué se han producido los cinco mayores ataques de animales a personas?

Raúl Mérida

Los humanos, anualmente, acabamos con la vida de 7.000 millones de animales. Ellos también nos han atacado, pero en menor medida y siempre por algún motivo. Solo el ser humano es capaz de agredir por el placer de hacerlo.

Duante la Segunda Guerra Mundial, un batallón de japoneses perseguido por el ejército británico decidió huir cruzando un río repleto de cocodrilos hambrientos. Más de 500 soldados murieron devorados por estos.

En la India, en el año 1900, un leopardo que había quedado lesionado y con sus patas deformadas al caer en una trampa montada por vecinos de la zona, comienza a morir de hambre al no poder cazar. Entonces, desesperado, decide atacar a una persona para comérsela. Tras la misma, 200 personas más fueron cazadas por este. Los vecinos acabaron con el mismo y su cadáver fue expuesto al público.

En Nepal, a principios del siglo XX, unos hombres dañaron la dentadura de una tigresa cuando aún era una cría. Quedó impedida para cazar animales, solo era capaz de capturar personas, con menor rapidez en su huida. 400 murieron bajo sus garras. El tiro de un cazador acabó con su vida.

En Japón, en 1915, un granjero disparó a bocajarro a un oso cuando intentaba comer un poco del maíz de su granero. El animal quedó herido pero no sin memoria. Se recuperó y decidió vengarse de aquello. Mató a más de 500 personas. El ejército japonés fue el encargado de acabar con su vida. Lo hizo un tirador de élite del mismo. Una vez muerto, le arrancaron la piel y la expusieron en un museo dedicado a la guerra.

En Tanzania, en 1930, una cacería organizada por furtivos acabó, prácticamente, con todos los miembros de una manada de leones. Los animales supervivientes, posteriormente, atacaron todos los poblados de Njombe. En sus incursiones, acabaron con la vida de más de 1.500 personas. Finalmente, los leones fueron cazados y disecados. Todavía, hoy, el cadáver de alguno de ellos se puede encontrar en los grandes salones coloniales de influyentes familias de la zona.

Son cinco casos reales de animales que, a lo largo de la historia, protagonizaron algunos de los peores ataques que se recuerdan. Durante los mismos, murieron más de 3.000 personas. Sin embargo, todos podrían haberse evitado simplemente respetándolos. Personas y animales compartimos el planeta: encontrar el equilibrio entre todos se llama convivencia.