Mi vecino tenía un perro que siempre estaba en mi casa jugando con mi perro. Se llevaban increíblemente bien y verlos estar juntos era un auténtico placer. Sin embargo, se marcharon a vivir a otra ciudad y mi perro se ha quedado muy triste. No tiene ganas de nada, apenas come y se le nota muy apagado. ¿Podría estar deprimido?

Efectivamente, existen muchas posibilidades de que así sea. Los animales tienen una parte emocional muy importante que, a veces, olvidamos. Lo más importante en el proceso que está pasando ahora su perro es que éste no se cronifique y que se trate sólo de algo temporal. Para ello, lo mejor es estar lo más pendiente posible de él y, por supuesto, dedicarle todo el tiempo que pueda. Que el animal haga actividades y esté entretenido va a ayudarle mucho. Por ejemplo, sacarlo a pasear más a menudo y por zonas nuevas con distintos estímulos y olores, es una muy buena opción. También lo es ofrecerle algunos juguetes, existen muchos especialmente diseñados para ellos. Por último, no olvide su estómago. Ofrézcale la comida que más le gusta. En definitiva, mimos y cariño son medicinas que curan el cuerpo y el alma. No lo olvide. No obstante, si ve que no mejora llévelo a su veterinario para que lo valore convenientemente.