El Gobierno británico ha aprobado una enmienda al proyecto de Ley de Bienestar Animal del Reino Unido Animal (sintiencia) o Welfare (’sentience’) Bill por la que reconoce que los decápodos y cefalópodos pueden sentir dolor.

De esta forma se amplía el alcance del proyecto de Ley de Bienestar Animal a fin de reconocer a las langostas, pulpos, cangrejos y otros crustáceos y cefalópodos como seres sintientes (’sentient beings’). Dicho proyecto ya reconocía a los animales vertebrados como seres sintientes, ampliándose de esta forma el alcance de dicha ley a estos animales. Ahora la legislación tendrá en cuenta que estos animales son capaces experimentar sentimientos como el dolor o la alegría

Un informe emitido por la London School of Economics a solicitud del Gobierno por el que se determina que existen evidencias científicas que determinan que estos animales pueden sentir dolor ha sido determinante para tal decisión. El informe analiza diferentes estudios científicos sobre la capacidad de sentir, la capacidad de aprendizaje, la posesión de receptores del dolor, las conexiones entre los receptores del dolor y ciertas regiones del cerebro, los comportamientos como el equilibrio entre la amenaza y la oportunidad de recompensa y la protección contra las lesiones o amenazas.

Dicho reconocimiento sigue la línea de otros países, como Suiza, que han prohibido algunas prácticas relativas a estos animales, como cocinar langostas vivas, por la capacidad de sentir el dolor de estas. Esto supone un gran paso en la protección de los animales que, si bien se produce fuera de nuestras fronteras, no cabe duda que abrirá un camino en otros países que miran al Reino Unido como un ejemplo en la protección de los animales.

En España desgraciadamente seguiremos esperando a que dichas evidencias científicas calen en nuestras conciencias y en nuestras leyes.