La pregunta de los lectores: Hace unos meses adopté una perra con el compromiso de esterilizarla pasado un tiempo. Ahora ha llegado el momento y me da pánico hacerlo. En su día me explicaron los riesgos que conlleva no esterilizarla y la mayor aparición de tumores en las que no son esterilizadas pero ahora me da miedo. ¿Podrían ayudarme?

La esterilización, hoy en día, es la mejor forma de controlar la natalidad de los animales y evitar el abandono de futuros cachorros no deseados. Además, redunda en el bienestar psíquico y físico del animal, ya que por un lado elimina el estrés que supone para el animal pasar los periodos de celo, evita las peleas y posibles accidentes que podría sufrir durante ese periodo tan incontrolado y, en las hembras, por ejemplo, hace desaparecer el riesgo de infección uterina, las famosas piometras, además de reducir de forma contundente la posibilidad de padecer quistes y tumores de mama. Los únicos efectos secundarios que, en ocasiones aparecen, es una mayor tendencia a la obesidad, pero actualmente, este problema resulta fácilmente controlable con alimentación adecuada y ejercicio. Por otro lado, y respecto al riego, debes pensar que la esterilización es una cirugía rutinaria y prácticamente diaria en la mayoría de las clínicas veterinarias.