Anabel Pantoja y su marido, el grancanario Omar Sánchezsiguen adelante con la celebración de su boda en La Graciosa. La fiesta, prevista para este viernes, 1 de octubre, en la localidad de Pedro Barba, corrió riesgo de ser cancelada tras el fallecimiento de la abuela materna de Anabel, Ana Martín, madre de la cantante Isabel Pantoja.

Sin embargo, una llamada de Isabel Pantoja a su sobrina habría cambiado el rumbo de los acontecimientos y, finalmente, el enlace sigue adelante. Y es que según apunta la revista 'Lecturas' la tonadillera habría hablado con su sobrina y le habría pedido, por favor, que no cancelase su boda, ya que con todo preparado y a falta de 48 horas para su gran día poco se podía hacer ya por su abuela además de honrar su memoria haciendo lo que a la matriarca del clan le hubiese gustado, que su nieta y ojito derecho se casase con el amor de su vida.

¡"Cásate"! le habría rogado Isabel Pantoja a Anabel que, consciente de que estando en La Graciosa no llegaría de ninguna de las maneras a Jerez de la Frontera para dar su último adiós a su abuela, habría decidido seguir adelante con sus planes de boda con Omar, su gran apoyo en estos complicados momentos.

Una dura decisión en la que ha primado mucho que todo esté preparado para la boda y que gran parte de los invitados - incluyendo a sus primos Kiko Rivera e Isa Pantoja - ya se encuentren en la isla de La Graciosa para arroparla en el que estaba destinado a ser el día más feliz de su vida, y ahora, además de estar marcado por la ausencia de su padre, Bernardo, y de su tía Isabel, se teñirá de tristeza y dolor por la muerte de doña Ana.

La pareja se encuentra en La Graciosa desde hace unos días ultimando los preparativos del evento, a donde ayer llegaron a última hora de la tarde de ayer algunos de sus invitados a bordo de un ferri de la naviera Líneas Marítimas Romero, entre ellos el primo de Anabel, Kiko Rivera, y su mujer, Irene Rosales, las dos hijas de ambos, y Raquel Bollo, amiga de la familia y exmujer del cantante Chiquetete, primo de Isabel Pantoja.

“No es la mejor foto, pero es el estado en el que me encuentro”, escribió este martes Anabel en su cuenta de Instagram en la que aparece sentada en una silla junto a una maleta en la entrada de la casa de Caleta de Sebo en la que está hospedándose. ¿Significa que ya presagiaba que le quedaba poco tiempo de vida a su querida abuela?

Kiko Rivera, inmerso en una guerra familiar con su madre, con la que no se habla desde hace ya tiempo, se despedía este miércoles de su abuela en su cuenta de Instagram junto a varias fotos en la que está con su 'yaya' en diferentes momentos de su vida: “Hoy te has ido y contigo se ha ido parte de mi vida. No sé qué hacer estoy perdido y en "La Graciosa". Tuve mis dudas de venir pero al final arriesgué y perdí. Yaya de mi alma tantos meses sin verte y ahora ya no te veré nunca mas. Mi abuela, a la que no dejan que vaya a despedirme por mierdas de problemas familiares”, lamentaba el dj.

La fiesta era el acontecimiento social del año en la octava isla canaria, por la que siente predilección Anabel, quien contrajo matrimonio en una ceremonia civil celebrada el pasado 17 de septiembre en Gran Canaria, donde reside la colaboradora del programa Sálvame desde hace unos dos años.

El conocido restaurante Casa Enriqueta estaba preparando la comida de la celebración, a la que estaban invitadas unas 50 personas en Pedro Barba, situada a unos siete kilómetros de Caleta de Sebo.

Precisamente, hasta Pedro Barba se desplazaron anoche Kiko Rivera y sus dos niñas en uno de los taxis safari de la isla. Sin embargo, nada nada más llegar hasta allí al dj no le gustó el lugar y sobre la marcha regresó a Caleta de Sebo, cuenta uno de los vecinos. “Ni dejó bajar las maletas del taxi”, señala para ilustrar la rapidez con la que el hijo de la cantante cambió sus planes tras haber pagado unos 1.000 euros por su estancia de varios días en Pedro Barba junto a su familia.