Los supermercados alertan: esto va a pasar en 2023

El año nuevo comenzó con un respiro en la escalada de los precios: parecía que el leve freno en la escalada de la inflación y la subida del precio de los carburantes iba a permitir cierta recuperación para las familias españolas, pero el futuro no parece tan halagüeño como se esperaba. Hace tan solo unos días, las principales gasolineras de España advirtieron que en febrero se puede producir un repunte del precio de los combustibles que, además, se sumaría a la desaparición del descuento del Ejecutivo.

Este nuevo pico en el precio del gasoil y la gasolina, que podría producirse a partir de 5 de febrero, coincidirá con la prohibición a los países de la Unión Europea de importar diésel ruso como parte de las sanciones económicas para frenar la guerra en Ucrania.

Esta es la fecha exacta en que volverá a subir el combustible, según Cepsa y Repsol

El Gobierno ha intentado aplacar el impacto de las contingencias mundiales en la economía española, y para ello ha puesto en marcha distintas medidas como una ayuda directa de 200€ para las familias que perciban menos de 27.000€ de rentas anuales o la eliminación del IVA a algunos alimentos.

Esta última decisión, quitar el IVA de algunos productos básicos y reducir el de otros, ha sido una de las más cuestionadas, ya que algunos economistas advierten que las empresas podrían aprovechar para subir los precios y aumentar los márgenes de beneficio a costa de la medida.

Facua, la asociación de consumidores sin ánimo de lucro, denunció a siete distribuidoras por no haber trasladado la bajada del IVA a los precios de los alimentos en los lineales: hasta en 51 casos, los supermercados no habrían implementado debidamente la reducción de impuestos en los productos básicos señalados por el Gobierno.

Los supermercados, por su parte, han desmentido esta acusación de Facua y otras voces críticas con su gestión de precios; pero también han hecho una advertencia: el precio final de los artículos a la venta no depende solo de los impuestos, y es que los costes de distribución también llevan asociado el coste de fabricación, transporte, etc.

Las cadenas de distribución alertan sobre los motivos que han provocado que esta bajada no se repercuta en los valores que ven los consumidores en las estanterías: probablemente, según explican, la reducción del IVA haya coincidido con un aumento de los costes. Y avisan que, tal y como viene ocurriendo en 2022, puede convertirse en una constante si el origen del aumento de las materias primas (como la invasión de Ucrania) no se detiene.