¿Cuánto dura una tortilla de patata en la nevera?

Disfrutar de una buena tortilla de patatas es siempre un placer, pero ¿sabes cuánto tiempo puedes conservarla antes de que se eche a perder?

¿Cuánto dura una tortilla de patata en la nevera

¿Cuánto dura una tortilla de patata en la nevera

La tortilla de patata es uno de los alimentos más apreciados de la gastronomía española. Además de estar muy rica y ser bien recibida por todos los comensales, ofrece muchas variantes con las que enriquecer un plato que, a simple vista, parece sencillo de preparar. Por eso, es habitual que la preparemos para aprovecharla durante varios días.

La falta de tiempo y las prisas hacen que tengamos que preparar platos para disfrutarlos en días siguientes. De ahí que sea necesario la utilización del frigorífico para evitar que se contaminen y pierdan todas sus propiedades. Sin embargo, también es necesario conocer el tiempo que podemos mantenerla en la nevera, no olvidemos que cuenta con ingredientes delicados que pueden acarrear problemas. 

¿Cuánto tiempo puedo guardar la tortilla de patata en el frigorífico?

Si has hecho una tortilla de patata demasiado grande, si necesitas guardarla para otro día o si el tiempo te abruma y no puedes cocinar el menú del día siguiente, debes saber que puedes guardarla perfectamente en el frigorífico durante 4 o 5 días

Eso sí, para que se conserve en perfectas condiciones, es necesario cubrirla perfectamente con papel de aluminio y mantenerla protegida del resto de alimentos que tengas colocados en el interior de la nevera. 

Una tortilla de patata en mal estado, fuente de infinitos problemas

Lo ideal para comer una tortilla de patata es hacerlo el mismo día o, como mucho, al día siguiente, así te asegurarás de que está en perfectas condiciones. Sin embargo, si necesitas guardarla unos días más, tienes que hacerlo en el frigorífico, ya que a temperatura ambiente, especialmente en verano, la descomposición será más acelerada.

Para saber si la tortilla de patata ya no está en buenas condiciones, es necesario que te fijes en algunos detalles: si tiene moho, una textura distinta, desprende un fuerte olor o si tiene un color anormal. Comer una tortilla en mal estado puede acarrear serios problemas de salud, como molestias en el estómago, náuseas, diarreas o fiebre, así que mejor no arriesgarse.