Es tentador guardar los alimentos que hemos cocinado en los mismos recipientes, una vez atemperados, para no manchar más trastos, sin embargo, no es lo más saludable.

Alimentos en la nevera

La función del frigorífico es la de conservar alimentos, para que puedan ser consumidos en óptimas condiciones durante más tiempo: leche, huevos, verduras y, por qué no, comida que nos ha sobrado o que hemos preparado para que no tener que cocinar en 2 o 3 días.

Sabemos que introducir los alimentos calientes, recién cocinados y en sus recipientes de cocción, aumenta el consumo de luz y puede estropear el electrodoméstico, por lo que solemos esperar a que estén templados o del tiempo para guardarlos. Sin embargo, la pereza por no lavar más recipientes pone en riesgo nuestra salud.

Aluminio y bacterias

Muchas ollas y cacerolas contienen aluminio, un metal pesado con efectos acumulativos. Aunque la intoxicación por metales pesados procedentes de los artilugios de cocina es prácticamente imposible, pues ya se fabrican teniendo en cuenta que van a estar en contacto directo con comida, un poco de aluminio que se desprenda es suficiente para reaccionar con la sal de la comida y con la humedad de la nevera, acelerando el proceso de oxidación o degradación de los alimentos contenidos en esa cacerola.

Por si fuera poco que la comida sepa menos rica, al acelerar las reacciones de oxidación aumentamos el riesgo de que proliferen antes diferentes microorganismos que ponen en riesgo nuestra salud con posibles intoxicaciones.

Olores

Los alimentos que se guardan en los recipientes de cocción no cuentan con una tapa capaz de protegerlos bien de olores, lo que también afecta a cómo sabe la comida recalentada.

Tuppers y cristal para optimizar el espacio

Por último, la nevera tiene un espacio limitado, que se aprovecha mejor con recipientes cuadrados o rectangulares y con los que se pueden apilar. Tuppers y frascos de cristal son las mejores opciones para conservar esa comida que sobra, utilizando su tapa correspondiente o, en su defecto, una adaptable de silicona de uso alimentario.