A lo largo de sus 55 años de historia, desde que fuera fundada en 1966 por Enrique González Semitiel, la Coral de la Universidad de Murcia ha ofrecido a la comunidad universitaria la posibilidad de conocer y disfrutar de la música vocal en todas sus manifestaciones, propiciando la transferencia cultural de la institución académica a toda la Región, servir como una de sus embajadores culturales, y actuando como plataforma para favorecer la integración y los vínculos entre personas de diferentes ámbitos universitarios, sociales y culturales, utilizando la música como punto de encuentro.

Los ensayos, planificados y programados para fomentar la integración de todos los coralistas, las colaboraciones, los cursos y la preparación de un repertorio musical que permita llevar a cabo conciertos de diversa índole, hacen de la Coral Universitaria una experiencia única para que los estudiantes adquieran una serie de habilidades tanto musicales como sociales que les ayuden a su desarrollo cultural y humano durante su estancia en la Universidad.

«El principal atractivo para todos los que forman parte de la Coral Universitaria es el de encontrar un grupo humano donde eres bien recibido desde el primer momento y que, para la mayoría de ellos, se acaba convirtiendo en su principal grupo de amigos dentro de la Universidad. Además, toda esta conexión se intensifica mucho al realizarse a través de algo tan especial como es hacer música juntos y compartir a través de ella momentos tan emocionantes y diferentes como subir a escenarios o realizar convivencias y viajes juntos», explica Pablo de Torres, director de la Coral Universitaria.

Este servicio cultural cuenta con un doble objetivo. Por un lado, acercar la música y la cultura de manera directa a todos los estudiantes y personal de la UMU, permitiéndoles, no solo disfrutarlas como espectadores, sino siendo parte de la propia creación de la música a través del instrumento que todos tenemos, la voz. 

Por otro lado tiene el objetivo de ser un medio de integración y de creación de un sentimiento de colectivo dentro de la Universidad. A lo largo de los años, y para cientos de estudiantes, la Coral se ha convertido en un canal fundamental para sentirse parte de la Universidad y para participar en la vida universitaria de manera activa, encontrando un grupo humano que acaba yendo mucho más allá de solo las horas de ensayos y conciertos.

Su repertorio ha incluido obras de todos los estilos y épocas, pero especialmente el barroco con orquesta ha sido una de las grandes dedicaciones de la Coral durante toda su vida musical, destacando grandes oratorios como «Matthaus-Passion” (Pasión según San Mateo) y «Johannes-Passion” (Pasión según San Juan), de J.S. Bach; «Historia der Auferstehung Jesu Christi” (Historia de la Resurrección de Jesucristo), de H. Schüzt; o «Gloria» y «Credo», de A. Vivaldi.  

«Para poder acceder a ella tan solo se exigen dos requisitos: tener ganas de hacer música y de disfrutar, y divertirse junto a otros compañeros universitarios», afirma Pablo de Torres. 

Aunque la pandemia, por desgracia, obligó a la suspensión de su actividad presencial durante los meses más duros, al apoyo de todo el Servicio de Cultura pudo mantener el contacto virtual entre sus usuarios a través de una serie de vídeos que fueron grabando. En la actualidad, mantiene una actividad regular y constante a lo largo de todo el curso a través de un ensayo semanal que realizan todos los miércoles a las 20:00. Además, suelen hacer una media de 6 o 7 actuaciones cada trimestre, entre conciertos propios y actos universitarios a los que ponen la música.