Alarma científica

La extinción masiva impulsada por el ser humano está produciendo una aniquilación biológica

No solo desaparecen especies, sino también linajes enteros, a un ritmo trepidante, lo que acarreará graves consecuencias para los ecosistemas y la humanidad

Thylacinus cynocephalus, también conocido como tigre de Tasmania, fue cazado hasta su extinción por los humanos.

Thylacinus cynocephalus, también conocido como tigre de Tasmania, fue cazado hasta su extinción por los humanos. / Henry Constantine Richter y John Gould.

Redacción T21

En solo cinco siglos, la tasa de extinción de géneros de vertebrados terrestres ha sido 35 veces mayor que la tasa de extinción promedio del último millón de años. Esos compañeros vivos habrían tardado 18.000 años en extinguirse sin el impacto humano. Estamos provocando la mutilación del árbol de la vida.

La extinción de especies animales es un fenómeno que ha ocurrido a lo largo de la historia de la vida en la Tierra, pero nunca con la velocidad y la magnitud que se observa en la actualidad.

Muchos científicos han declarado que estamos viviendo la sexta extinción masiva, causada por las acciones humanas que están borrando del mapa a miles de especies de vertebrados.

Sin embargo, un análisis publicado ahora en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences muestra que la crisis puede ser aún más profunda de lo que se pensaba.

Géneros enteros desaparecidos

Los autores del estudio, Gerardo Ceballos, investigador principal del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México, y Paul Ehrlich, profesor emérito de Estudios de Población de la Universidad de Stanford, han descubierto que no solo se están extinguiendo especies, sino también géneros enteros, que son la categoría taxonómica superior a las especies.

Esto significa que se está produciendo una "mutilación del árbol de la vida", que es el conjunto de todas las ramas evolutivas surgidas desde el origen de la vida.

"En el largo plazo, estamos poniendo en riesgo la evolución de la vida en el planeta", explica Ceballos en un comunicado. "Pero también, en este siglo, lo que estamos haciendo al árbol de la vida causará mucho sufrimiento para la humanidad. Lo que estamos perdiendo son nuestros únicos compañeros vivos conocidos en todo el universo", añade Ehrlich.

Resultados demoledores

Para realizar su análisis, los autores examinaron 5.400 géneros de vertebrados terrestres, que abarcan 34.600 especies. Observaron que 73 géneros se han extinguido desde el año 1500.

Las aves sufrieron las mayores pérdidas con 44 extinciones de géneros, seguidas por los mamíferos, los anfibios y los reptiles.

Basándose en la tasa histórica de extinción de géneros entre los mamíferos, estimada por Anthony Barnosky, profesor emérito de biología integrativa de la Universidad de California en Berkeley, los autores concluyeron que la tasa actual de extinción de géneros supera en 35 veces a la que prevaleció durante el último millón de años sin la influencia humana.

Esto significa que, sin el ser humano, la Tierra habría perdido solo dos géneros durante ese tiempo.

El bulbul cabeciamarillo (Pycnonotus zeylanicus) es una especie en peligro crítico.

El bulbul cabeciamarillo (Pycnonotus zeylanicus) es una especie en peligro crítico. / IUCN/Pixabay.

Aniquilación biológica

En cinco siglos, las acciones humanas han desencadenado un aumento de extinciones de géneros que habrían tardado 18.000 años en acumularse, lo que el artículo llama una "aniquilación biológica".

Los autores advierten que las extinciones actuales y futuras tendrán graves consecuencias para el funcionamiento de los ecosistemas y los servicios que brindan a la humanidad, como la polinización, el control de plagas o la purificación del agua.

Además, señalan que las extinciones podrían acelerarse aún más en las próximas décadas debido a factores como la destrucción del hábitat, el comercio ilegal y el cambio climático.

Los autores instan a tomar medidas políticas, económicas y sociales urgentes y sin precedentes para prevenir estas extinciones y sus impactos sociales.

"Tenemos una responsabilidad moral con las generaciones futuras y con todas las demás formas de vida con las que compartimos este planeta", dijo Ceballos.

Advertencia alarmante

Daniel Pincheira-Donoso, investigador del Laboratorio de MacroBiodiversidad de la facultad de Ciencias Biológicas de la Queen's University Belfast (Reino Unido), señala a SMC España que este estudio es una advertencia alarmante debido a varias razones.

Primero, porque la mutilación total de linajes no es en sí misma el problema ―la mayoría de los linajes que alguna vez existieron terminaron extintos por causas naturales―. El gran problema que revela este estudio es la velocidad a la que estos linajes se están extinguiendo. Este fenómeno es una prueba de que la erosión ambiental causada por la expansión de la actividad industrial del ser humano avanza a una velocidad tan acelerada que los organismos que habitan la Tierra no alcanzan a tener el tiempo de adaptarse a esos cambios, lo que causa su colapso. 

En segundo lugar, es importante porque es posible que todavía no hayamos descubierto y catalogado más del 25 % de las especies que existen sobre la Tierra. Esto significa que estas alarmantes tasas de extinción de especies y de linajes completos podrían solo ser la punta del iceberg, y que la magnitud real de estas extinciones está ocurriendo en especies de las que no tenemos noticia y de cuya existencia nunca vamos a saber. 

Por último, añade Pincheira-Donoso, esta extinción en masa es única no solo por su velocidad, sino porque ―tal como indican los autores― es la única que ha sido causada por la actividad de una sola especie: nosotros. Es aquí donde todos debemos entender que nos cabe una cuota de responsabilidad.

Colectividad es lo más importante

Cada actividad que ejecutamos cada día, como encender la luz, conducir un vehículo, tirar comida a la basura o usar un ascensor, contribuye a la erosión de los ambientes de los que todos dependemos para nuestra subsistencia. Y todos podemos contribuir un poco a mitigar esta crisis. Colectividad es el término más importante.

Y sentencia: desde un punto de vista científico, este estudio revela lo que deberíamos entender como una más de las tantas advertencias que la ciencia nos ha venido entregando durante las últimas décadas: que nuestra actividad fuera de control está causando una devastación de la vida en la Tierra. 

Y advierte: hay un detalle no menor a considerar. Cuando contabilizamos el número de especies extintas, en este caso solamente de vertebrados terrestres, sabemos que no llegan al 1 % del total de las especies. Sin embargo, el estudio de Ceballos y Ehrlich muestra que cuando contabilizamos el número de linajes completos extintos (ramas enteras del árbol de la vida) su proporción es de más de 1,3 % respecto del número total de linajes. Es decir, la magnitud de la crisis que revela este estudio debería añadir un nivel más de alarma, concluye Pincheira-Donoso.

Referencia

Mutilation of the tree of life via mass extinction of animal genera. Gerardo Ceballos, Paul Ehrlich.  PNAS, September 18, 2023. 120 (39) e2306987120. DOI:https://doi.org/10.1073/pnas.2306987120