La naturaleza debe dejar de ser considerada como una proveedora de servicios para convertirse en sujeto de derechos, con la finalidad de poner fin a la sobrepesca, la contaminación y la destrucción de hábitats. El océano es un ser vivo con derecho a ser escuchado y respetado por la especie humana, dicen los científicos.

Ante la gravedad de la crisis planetaria, un equipo de científicos da un paso más y proponen la creación de una “Ley de la Tierra” como catalizador para transformar la relación de la humanidad con el océano y garantizar que la ciencia y el desarrollo sostenible se expandan más allá de una dimensión utilitarista de los mares terrestres.

En un artículo publicado en la revista PLOS BIOLOGY, Michelle Bender, Rachel Bustamante, del Earth Law Center en Colorado (USA), y Kelsey Leonard, de la Universidad de Waterloo en Canadá, exponen que la relación de la humanidad con el océano debe transformarse para abordar de manera efectiva la crisis de gobernanza que enfrenta el océano, incluida la sobrepesca, el cambio climático, la contaminación y la destrucción del hábitat.

Añaden que, dentro del marco de la Ley de la Tierra que proponen, debe figurar un enfoque centrado en el Océano que vea a la humanidad como interconectada con el mar, reconozca el deber colectivo de proteger y conservar el Océano, y deje de lado las ganancias a corto plazo para respetar y proteger la vida y la capacidad del océano para regenerarse y sustentar los ciclos naturales.

Destacan que el movimiento emergente de los Derechos de la Naturaleza busca asumir a la naturaleza como un valor intrínseco y que no sea vista solamente como un objeto o propiedad, sino como un sujeto con derechos propios que deben ser respetados. La “naturaleza como sujeto” debe reemplazar a la idea de “proveedora de servicios”, aseguran.

Precedentes alentadores

Añaden que existen precedentes sobre cómo la humanidad puede respetar la relación inextricable con el océano y garantizar marcos de ciencia y gobernanza para establecer una gestión sostenible y próspera centrada en los mares de la Tierra.

Según los investigadores, la biodiversidad marina ha caído un 49 por ciento durante el último medio siglo, por lo que apreciar los derechos inherentes del océano puede ayudarnos a crear una industria pesquera más sostenible.

Los investigadores dicen también que el creciente problema de la contaminación plástica solo puede resolverse reconociendo que está “entrelazado con el colonialismo y el despojo de tierras y aguas indígenas”.

Añaden que “si el Océano es reconocido como una entidad viva con derechos a ser respetados, los instrumentos regulatorios reorientarán los estándares y métricas para incluir de manera holística criterios ecológicos para controlar la contaminación y desmantelar el extractivismo colonial”.

Concluyen señalando que todos los objetivos establecidos por esta propuesta se pueden lograr aplicando el concepto de la ley de la Tierra al mundo de los océanos. 

Desafíos por resolver

En su artículo establecen 10 retos a resolver en el marco de esta nueva mentalidad para con los océanos.

Estos desafíos son: comprender y vencer la contaminación marina; proteger y restaurar los ecosistemas y la biodiversidad; alimentar de forma sostenible a la población mundial; desarrollar una economía oceánica sostenible y equitativa; desbloquear soluciones basadas en los océanos para el cambio climático; aumentar la resiliencia de la comunidad ante los peligros del océano; expandir el Sistema Global de Observación de los Océanos; crear una representación digital del océano; desarrollar habilidades, conocimientos y tecnología para todos; y cambiar la relación de la humanidad con el océano.

Concluyen que cambiar nuestra relación con el océano, desde una mentalidad de propiedad y separación, hacia una relación amorosa de interdependencia, reciprocidad y reverencia, puede transformar la gobernanza de los mares.

Esta propuesta se enmarca en la Década de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible, que se inició en 2021 y se prolongará hasta 2030.

Sus autores consideran que alcanzar los objetivos de esa década implica asumir que el océano es un ser vivo con derecho a ser escuchado y respetado por la especie humana.

Referencia

Living in relationship with the Ocean to transform governance in the UN Ocean Decade. Michelle Bender et al. PLOS Biology, October 17, 2022. DOI:https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3001828