La segunda sesión del juicio contra Pedro Antonio Guevara, ‘El Margarito’, acusado de la violación y el asesinato de Manoli Romero, una vecina de 51 años del barrio de San Pedro de Lorca en octubre de 2021, continuó este lunes en la Audiencia Provincial de Murcia con el testimonio de más allegados de la víctima y del acusado.

Entre los relatos estuvo el de una amiga íntima de ‘El Margarito’, quien contó que sus vecinos creían que la muerta encontrada en la calle era ella tras conocer en aquel momento que el cuerpo de una mujer había sido encontrado en plena calle a primera hora de la mañana en una calle de la Ciudad del Sol: «Lo primero que oí fue a una vecina preguntándome si estaba viva. Se pensaban que la mujer encontrada muerta era yo».

Asimismo contó que, en la noche en la que se produjo el crimen, ‘El Margarito’ fue ya entrada la madrugada a su casa «temblando y con los ojos que se le salían», donde aseguró que la sangre que tenía en la ropa y las heridas en su cuerpo se debían a una pelea.

El acusado, según el testimonio de la mujer, acudió a su casa diciendo que «tenía miedo a las represalias» porque se había peleado con otras personas en la calle y, muy nervioso y sudando, pidió ropa para cambiarse. En un primer momento, dice la mujer, le extrañó que metiera la ropa que él llevaba puesta en una bolsa para posteriormente tirarla a un huerto de las inmediaciones. 

Ambos se dirigieron a la casa del padre de él, pero lo hicieron por un recorrido distinto al que solían hacer: «Me hizo ir por otro camino para no ver el cuerpo de Manoli», dijo. Quiso desmentir que ella fuese novia de ‘El Margarito’ en el momento de los hechos: «Yo no era su pareja sentimental. Era una amiga con derecho a roce. Que ahora (en la sesión del juicio del pasado viernes) él diga que era lo hace porque le conviene», defendió ante el juez. "Es un mentiroso", espetó.

Asimismo declaró que a finales de agosto de 2021, unos meses antes del crimen, ella también sufrió una agresión por parte de ‘El Margarito’: «Me pegó con una cruz que tenía en mi casa por la espalda. Fui a la Policía para poner una orden de alejamiento, pero como no era su pareja, no aceptaron», expuso.

Aparte de esta mujer también declararon uno de los hijos y una sobrina de la víctima, así como dos vecinos tanto del acusado como de la víctima. 

Nueva sesión este martes

En este juicio, que continuará este martes con más testigos, la Fiscalía solicita quince años de cárcel y diez de libertad vigilada por la violación y prisión permanente revisable por el asesinato.

En la sesión de apertura de la vista oral del pasado viernes el acusado sostuvo que los hechos se produjeron durante la discusión mantenida porque ella no quería irse de su casa, lo que él le había pedido que hiciera porque no quería poner en peligro la relación de pareja que tenía con otra.

El procesado admitió que, tras cometer lo que las acusaciones consideran que fue una violación, le pidió que se fuera, y al negarse ella a irse, mantuvieron un enfrentamiento, durante el cual presionó con fuerza sobre su cuello con la barra metálica de un objeto de limpieza, lo que ocasionó la asfixia.

El procesado reconoció igualmente que dejó a la mujer en una calle cercana y que pensó que estaba inconsciente, ya que, añadió, nunca pensó que hubiera fallecido.