Investigadas dos personas como presuntas responsables de un cementerio ilegal con 200 toneladas residuos peligrosos

La Guardia Civil encontró en febrero una finca que numerosos tubos de fibrocemento y descubrieron la presencia de amianto tras un análisis de laboratorio

Vehículo de la Guardia Civil (Archivo)

Vehículo de la Guardia Civil (Archivo) / GUARDIA CIVIL - Archivo

La Opinión

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Un cementerio de residuos con más de 200 toneladas de tubos de fibrocemento. Esto es lo que se encontraron guardias civiles del SEPRONA en una finca del Mazarrón (Región de Murcia) llamada Cañada Alto. El pasado mes de febrero la Benemérita encontró dichos tubos y decidieron abrir una investigación a la que bautizaron como  la operación 'Eagleler'.

Los guardias entraron en los 160 metros que mide la finca y realizaron una inspección ocular. Al ver que había una gran cantidad de materiales distintos, que a su vez estaban mezclados, tomaron muestras. Estas las enviaron la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) del SEPRONA donde confirmaron que había presencia de amianto. Se trata de un residuo altamente peligroso y que, por ello, requiere una gestión específica a la hora de tratarlo, almacenarlo y deshacerse de él.

Hay dos personas investigadas como presuntas autoras de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, por el "acopio indiscriminado" de las 200 toneladas de tubos de fibrocemento, según ha informado la misma Guardia Civil en un comunicado. Las diligencias instruidas han sido puestas a disposición del juzgado de Instrucción de Guardia de Totana (Murcia).

Un residuo altamente peligroso

El fibrocemento es un material de construcción con amianto que se usó durante décadas por su practicidad. A partir de los años 2000 fue cuando se supo de su peligrosidad y se comenzaron a tomar medidas. Deshacerse de él es complejo y puede suponer un coste mayor que el que habría con otros componentes. Es por ello que hay quienes se libran de los restos de forma ilegal. Su retirada debe ser realizada por una empresa especializada y autorizada, siguiendo normas técnicas para la protección del medio ambiente y de la salud.

La Unión Europea considera el amianto sustancia carcinógena de la categoría primera, especialmente peligrosa para los humanos. Se trata de un residuo no degradable, que permanece durante largos periodos de tiempo sin alterarse, pudiendo sus fibras transportarse fácilmente a largas distancias, por la acción del viento o del agua, antes de volver a depositarse.

El Código Penal, en su artículo 325 sobre delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, establece, que será castigado con las penas de prisión de 6 meses a 2 años, multa de 10 a 14 meses e inhabilitación especial para profesión u oficio por tiempo de 1 a 2 años el que contraviniendo las leyes u otras disposiciones de carácter general protectoras del medio ambiente ocasionen un grave daño al equilibrio de los de los sistemas naturales.