Cárcel para el hombre que destrozó 60 coches en El Palmar para robar dentro

La primera vez que lo detuvieron, salió libre con cargos y volvió a las andadas: el Juzgado de Guardia ha decidido mandarlo a prisión provisional. Se le investiga por destrozar, en total, seis decenas de coches aparcados en El Palmar, a fin de robar en su interior.

La Policía Local de Murcia arrestaba el 24 de febrero a un hombre, español, con antecedentes y con problemas de adicciones a las drogas, como presunto responsable del vandalismo sufrido por los usuarios de un garaje comunitario en El Palmar, donde una veintena de vehículos aparecieron reventados este mismo mes. El arresto se produjo en el barrio de Los Rosales, una de las zonas deprimidas de la pedanía. Tras pasar a disposición judicial, el sospechoso quedó libre con cargos. Y apenas unos días después, volvía a ser detenido.

Dinero para droga

El segundo arresto se produjo en un jardín ubicado entre la calle Artemisa y la avenida de Las Palmeras, en El Palmar, de madrugada. La Policía estaba vigilando por la zona, debido a los robos que ha habido en la población estos días, y localizaron al hombre. De nuevo, supuestamente, rompió los cristales y robó dentro cosas que, según la Policía, han sido recuperadas.

El hombre, una vez más, estaría rompiendo los automóviles estacionados en el interior de una cochera a fin de encontrar algo en el interior de los mismos susceptible de ser vendido para conseguir dinero en efectivo con el que abonar las sustancias a las que estaría enganchado.

Cabe recordar que, en el primer arresto, cuando los policías comprobaron sus datos, descubrieron que este hombre tenía vigente una orden de búsqueda por atentado contra agentes de la autoridad. De hecho, se resistió fuertemente a ser detenido también en aquella ocasión.

Aunque algunos residentes en la localidad habían manifestado a la Policía la creencia de que detrás del vandalismo se encontrarían migrantes e incluso menores extranjeros no acompañados, el principal sospechoso es un varón nacido en España, en concreto en la vecina comunidad autónoma de Andalucía, y estaría llevando a cabo los destrozos por una cuestión económica. En algunos de los coches no habría encontrado nada para robar, pero los propietarios encontraron su vehículo con los cristales fracturados o alguna de las puertas forzadas.