Admite que prostituyó a sus dos hijas en Lorquí y no entrará en prisión

 N.E., la mujer acusada de prostituir a sus dos hijas, una de las cuales era menor de edad cuando ocurrieron los hechos, en 2015, ha sido condenada por la Audiencia Provincial de Murcia a penas que suman tres años de prisión y dos multas de 900 euros cada una tras el juicio celebrado este martes, en el que ha reconocido los delitos por los que se sentaba en el banquillo.

Tras el acuerdo de conformidad alcanzado por la Fiscalía y las defensas, el tribunal ha condenado también a los propietarios de los dos locales ubicados en un polígono industrial de Lorquí donde se ejercía la prostitución, y en uno de los cuales la mujer trabajaba como camarera.

Uno de los acusados ha mostrado su conformidad con el cumplimiento de dos años de cárcel y el pago de multas que suman 1.080 euros, mientras que el otro cumplirá seis meses de prisión y deberá pagar dos multas de 300 euros cada una.

A petición de sus defensas, y en los tres casos, el cumplimiento efectivo de las penas privativas de libertad ha sido suspendido por dos años a condición de que durante ese tiempo no vuelvan a delinquir y abonen el importe de las multas, que podrán hacerlo en varios plazos. Además, la mujer tendrá que hacer 219 días de trabajos en beneficio de la comunidad. 

Con su conformidad, los dueños de los clubes han admitido que allí ejercían la prostitución varias mujeres vulnerables de las que se aprovechaban al encontrarse en situación irregular en España.

Víctimas y testigos

Durante la vista oral han declarado como testigos las dos hijas de la acusada, que han renunciado a reclamar cualquier indemnización a su madre. La jueza les preguntó si habían sido coaccionadas para decidir esto y ambas respondieron que no. 

A la hora de rebajar sus solicitudes iniciales de condena, la fiscal del caso ha tenido en cuenta las atenuantes de dilaciones indebidas y confesión de los hechos. 

N. E. ejercía como camarera en el pub 'Tu Nueva Tentación (TNT)'. Sus hijas trabajan no solo como camareras, sino que también ejercían el alterne con clientes a los que se les insinuaban "de forma erótica y provocativa" para pedirles que las invitaran a consumiciones, según recoge el fiscal en las diligencias previas.