Jesús Pradales, asesino confeso de Juana Canal, la mujer que estuvo 19 años desaparecida, seguirá en prisión

La Audiencia Provincial de Madrid desestima de nuevo el recurso en el que pedía su libertad

Pradales está acusado de matar a su pareja en Madrid, descuartizarla y ocultar su cadáver durante casi dos décadas. La Fiscalía de Madrid y la acusación particular solicitan 15 años de cárcel

Después de dos décadas, se juzga el asesinato y desaparición de Juana Canal.

Después de dos décadas, se juzga el asesinato y desaparición de Juana Canal. / CASO ABIERTO

Tamara Morillo

Tamara Morillo

Denegada de nuevo. Y ya son cuatro. La Sección 23 de Audiencia Provincial de Madrid, en un auto al que ha accedido CASO ABIERTO –portal de Sucesos e Investigación de Prensa Ibérica- desestima el recurso presentado por Jesús Pradales, acusado de matar a Juana Canal, su pareja, en Madrid, descuartizarla y ocultar su cadáver durante casi dos décadas, y rechaza la solicitud de libertad provisional del investigado.

Si en recursos anteriores Jesús Pradales alegaba que tenía cuatro hijos, tres de ellos menores de edad, y desde que estaba en la cárcel, "viven en situación precaria". Esta vez la razón esgrimida ha sido que no reconoce los hechos. "Dado que el denunciante niega haber causado la muerte de D.Juana Canal de forma intencionada”, alega en su escrito, "y como los elementos probatorios existentes solo pueden constatar de modo objetivo el fallecimiento de Doña Juana (…) en el que se barajan varias hipótesis, no solo la agresión directa, sino la indirecta e incluso el propio hallazgo del cuerpo sin actuación alguna punitiva del investigado, debiendo ser en fase oral donde se valora y resuelva la intencionalidad o no del homicidio investigado, debe prevalecer la presunción de inocencia".

Pradales, además y de nuevo, habla de arraigo, insiste en su escrito que no se va a fugar y mantiene que ha colaborado con la justicia. Señala que "no ha permanecido oculto durante 19 años, que su actuación durante estas dos décadas, y no declarar contra sí mismo, es inherente al derecho de defensa”.

La Audiencia de Madrid desestima el recurso una vez más. Jesús Pradales continuará en prisión a la espera de un juicio que sigue adelante pese a la solicitud de nulidad por parte del investigado. Considera probado que el cadáver de Juana ha permanecido oculto desde el día 23 de febrero de 2003, hasta "el 17 de abril de 2019, por el encuentro casual de cráneo y una tibia". Añade que “el golpe que dio el investigado con el canto de la mano a Juana en el cuello, provocó su caída al suelo y la muerte posterior", y que, "inmediatamente después, el acusado realizó las acciones relatadas para ocultar el cadáver y simular que Juana había abandonado voluntariamente el domicilio".

Imagen de Juana Canal cedida por su familia a CASO ABIERTO. /

Imagen de Juana Canal cedida por su familia a CASO ABIERTO. / / CASO ABIERTO

15 años de prisión

La Fiscalía de Madrid y la acusación particular solicitan 15 años de cárcel para el asesino confeso. A finales de este mes de octubre, el fiscal y la familia, a través del letrado Juan Manuel Medina, presentaron sus respectivos escritos de acusación.

Los hechos se produjeron en la madrugada del 22 de febrero de 2003 en el domicilio que la pareja compartía en la calle Boldano de Ciudad Lineal (Madrid). Una discusión, "como muchas otras". Ya había pasado anteriormente, arrancó diciendo Jesús Pradales ante la jueza, dos días después de ser detenido cerca de su domicilio, en Fuente el Saz de Jarama (Madrid). Admitió que había empujado antes a Juana, "una vez", pero no le pasó nada. En cambio, la noche del 23 de febrero, "cayo desplomada".

Varias versiones

Su discurso ha variado varias veces. "Usted ha declarado en dos ocasiones en sede policial", le recordó la jueza, "¿se afirma y ratifica en esas dos declaraciones?". "Sí", contesto Pradales, "sobre todo la segunda que corrige a la primera". En la primera asumió todo, cambió de abogado, y se retractó: contó que la mató por accidente, no quería matarla. Se asustó. La metió en la bañera, la cortó en dos y guardó sus restos en dos maletas.

Lo hizo, según narró, porque quería "deshacerse" del cuerpo. “No podía con ella” (Juani medía 1,70 metros y, según reconoció en sede judicial el propio Pradales, no pesaría más de 60 kilos), "yo intenté llevármela poniendo su brazo por encima de mi cuello, para llevarla como si estuviera borracha, pero era imposible, pesaba mucho, las piernas arrastrando... no podía".

Fue cuando la llevó a la bañera. La cortó en dos, "por encima de la cadera", y la metió en las maletas. "Limpié la bañera y me llevé el cuerpo de Juani... Lo enterré y volví a casa. Cuando volví, me di cuenta de que las cortinas del baño estaban manchadas, así que me puse a limpiarlas. Eché un vistazo por si había algo más... escribí la nota y me fui".

Una imagen de Juana Canal junto a la nota que encontró su hijo mayor cuando llegó a casa.

Una imagen de Juana Canal junto a la nota que encontró su hijo mayor cuando llegó a casa. / CASO ABIERTO

Una carta. Un trozo de papel en el que aseguraba que Juana se había ido. Pradales no dejó más. Desapareció de las vidas de todos. Forjó una nueva vida, una familia -en junio desde ese mismo año, empezó a vivir con la actual madre de sus hijos-, dejó el taxi, se hizo feriante, y se mantuvo en silencio.

El hallazgo de sus restos se produjo tres meses después de que CASO ABIERTO publicara un reportaje que contribuyó a reactivar la búsqueda y el caso. La localización de sus huesos, hallados en 2019 por unos senderistas, no fue comunicada a su familia hasta el 28 de junio de 2022. Durante 19 años sus hijos, sus hermanos, sus sobrinos, vivieron buscándola.