Tribunales

Indemnizan a una mujer que se despertó en plena operación de extirpación del útero

La pacientes escuchaba todas las conversaciones y el instrumental, pero no podía moverse ni hablar

Intervención en un quirófano (archivo).

Intervención en un quirófano (archivo). / L.O.

EFE

Una paciente que despertó en plena operación de extirpación del útero y que se mantuvo así durante toda la intervención, hasta el punto de que escuchaba las conversaciones de los sanitarios y el sonido del instrumental que utilizaban, tiene derecho a ser indemnizada con 11.600 euros por el estrés postraumático que padeció durante un año.

A esa conclusión se llega en el dictamen que el Consejo Jurídico de la Región de Murcia (CJRM) ha emitido a instancias del Servicio Murciano de Salud (SMS) y en el que se considera probado que hubo una incorrecta dosificación de la anestesia, cuyas consecuencias deben ser asumidas por la administración.

Señala el informe que la paciente expuso en su demanda que la intervención quirúrgica de histerectomía total se llevó a cabo en un hospital público de Murcia en enero de 2020 y que, a pesar de haberle suministrado la anestesia general, se despertó de forma súbita durante la misma.

A partir de entonces, sintió dolor, escuchó cómo el instrumental de cirugía pasaba por los tejidos y, también, las conversaciones que mantenían los intervinientes en la operación, aunque no podía moverse ni hablar.

Esa situación de desasosiego le produjo ansiedad, que se vio agravada al conocer con posterioridad que tendría que volver al quirófano, y concluyó que en el consentimiento informado que firmó no se recogía el riesgo de despertarse durante la intervención quirúrgica.

El dictamen del CJRM señala que la Inspección Médica expuso que las dosis de los fármacos utilizados en la anestesia respondían a la ficha técnica de los mismos y que se tuvo en cuenta también las características biológicas de la paciente.

Frente a esa argumentación, el dictamen concede mayor valor al informe emitido por una anestesióloga a propuesta de la aseguradora del SMS, que concluye, sin ningún género de dudas, que hubo una infradosificación y que, además, no se utilizó el monitor de profundidad anestésica.

Frente a lo argumentado por el anestesista que intervino en el acto quirúrgico dice el CJRM que las percepciones de la enferma no fueron meros recuerdos de las fases pre y postoperatoria, sino que las vivió en plena operación, como se lo dijo a su ginecólogo.