Urbanización Kentucky

Un triángulo amoroso, cinco disparos y una barra de hierro ensangrentada en Gandia

La Fiscalía pide 15 años y medio de prisión para el acusado de matar a un compatriota en una urbanización de Gandia

El acusado de matar a un hombre en Gandia de varios disparos y golpeándole el cráneo con una barra de hierro.

El acusado de matar a un hombre en Gandia de varios disparos y golpeándole el cráneo con una barra de hierro. / IGNACIO CABANES

Ignacio Cabanes

La noche del 30 de abril de 2021 Rolandas Paradnikas, de 43 años y origen lituano, regresaba a su domicilio, una casa okupada en la urbanización Kentucky de Gandia, donde lo esperaban su mujer y su hijo de trece años, cuando fue atacado por un compatriota, quien armado con una pistola del calibre 22 y una barra de hierro, le descerrajó cinco disparos que le alcanzaron el tórax y el abdomen. No contento con ello su presunto homicida le golpeó en la cabeza con la citada barra de hierro hasta provocarle una conmoción cerebral por traumatismo craneal grave, y finalmente la muerte.

El presunto autor de este crimen, Arunas A., también de 43 años y de la misma nacionalidad que su víctima, ha negado esta mañana ante un jurado popular haber matado a su compatriota, incluso haberlo visto el día de los hechos. Pero al mismo tiempo que, ante las preguntas del fiscal, negaba una a una las circunstancias que lo incriminan en su muerte, el acusado ha dejado entrever la relación amorosa que tenía con la pareja del fallecido, quien según él mismo ha reconocido, sufría supuestos malos tratos por parte de su compañero. Dando así la clave y el presunto móvil del crimen a los miembros del tribunal popular.

“Era mala persona porque le pegaba”, ha admitido en sala Arunas, que huyó a su país de madrugada tres días después de la muerte de Rolandas. Sobre el mensaje que le envió a la viuda de la víctima, diciéndole que no estaba arrepentido de nada, ha reconocido un simple “puede ser”, aunque posteriormente ha matizado, con la ayuda de una intérprete, que no se refería al crimen. Respecto al resto de indicios contra él, el procesado se ha limitado a negarlo o decir que no lo recuerda.

El Ministerio Fiscal solicita para el acusado una pena de quince años y medio de prisión, concretamente catorce años por un delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad, y otro año y medio por la tenencia ilícita de armas.

Por su parte, la acusación particular considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato, al apreciar la circunstancia de alevosía ya que el ataque se produjo a traición y sin que la víctima tuviera posibilidad de defenderse. Por ello solicita viente años de prisión por el asesinato y otros dos años por el delito de tenencia ilícita de armas.

Mientras que la defensa del procesado mantiene su inocencia y pide la libre absolución de su patrocinado, ya que ni siquiera estuvo con la víctima esa noche, según ha sostenido el acusado desde que fue detenido en agosto de 2021. Asimismo, la defensa argumenta que la acusación contra su cliente se basa únicamente en el testimonio de la pareja del fallecido, que incriminó a Arunas tiempo después del crimen, pero sin admitir la supuesta relación amorosa que tenía con el acusado.

En la sesión de hoy del juicio ante un jurado popular han declarado también por videoconferencia tres testigos. Una vecina del lugar fue testigo presencial del crimen. La mujer, que no escuchó dteonación alguna, vio cómo el agresor golpeaba con una barra a su víctima estando ya ésta en el suelo, pero no logró ver el rostro del asesino, que salió corriendo. Otra vecina también lo vio huir del lugar, pero tampoco consiguió ver la cara del homicida y no puede por tanto identificar si se trataba del acusado o no.

Una tercera testigo, vecina y a la vez amiga del fallecido, ha relatado tres episodios previos al crimen que apuntan indirectamente a la culpabilidad del procesado. Por un lado, en una ocasión vieron el vehículo quemado del fallecido, y éste les dijo que había sido Arunas, aunque no lo vieron prender el coche, De hecho, sobre este hecho el acusado fue absuelto. Lo que sí presenció es al presunto homicida realizando unas pintadas en la pared del domicilio del fallecido días antes de los hechos. En las mismas, aunque en ese momento no supo lo que ponía, había un mensaje de amor hacia la pareja del fallecido.