La camarera desaparecida de un buque en la costa de Gandia se arrojó al mar voluntariamente

Carmen Fernández, la camarera del buque oceanográfico 'García del Cid' que está siendo buscada en aguas de la costa entre Alicante y Valencia, pudo haber saltado del barco por propia voluntad dejando una nota de suicidio en su camarote. Según ha podido saber Levante-EMV, del grupo Prensa Ibérica, la tripulación establece la medianoche del pasado sábado a domingo como el momento en el que Carmen se arrojó al agua, decisión que podría estar relacionada con la denuncia que la mujer había interpuesto tiempo atrás a otro miembro de la tripulación por un supuesto acoso.

Las tareas de búsqueda de esta mujer de 43 años se iniciaron el pasado domingo después de que sus compañeros de tripulación dieran la voz de alarma y avisaran a Salvamento Marítimo a las 9.00 horas tras comprobar que Carmen no estaba en el barco, que en ese momento navegaba a unas 20 millas de la costa de Gandia. Para intentar obtener alguna pista sobre el paradero de Carmen, se revisó entre otras cosas, su camarote. Durante el registro de las pertenecias de la mujer desaparecida fue hallada una nota de suicidio en la que esta mujer de origen asturiano explicaba la motivación de su acto suicida.

Según fuentes de toda solvencia, Carmen había denunciado por acoso a otro miembro de la tripulación lo que le había llevado a estar de baja médica. De hecho, se había mostrado reticente a su reincorporación al buque García del Cid el pasado 4 de septiembre. Por esta razón la Guardia Civil, que ha asumido la investigación, tratará de averiguar si existe vinculación entre la denuncia y el acto autolítico de la mujer de 43 años.

Búsqueda del cuerpo en el Mediterráneo

Desde las dos de la madrugada del pasado domingo, las labores de búsqueda de la camarera del García del Cid, uno de los cuatro buques que componen la flota del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), no han cesado. Medios acuáticos y aéreos de Salvamento Marítimo, de la Guardia Civil y de la Generalitat peinan sin descanso una superficie total de 1.200 millas náuticas cuadradas, en la costa entre Alicante y Valencia.

Los poco más de 37 metros del García Cid lo capacitan para relevantes y recurrentes campañas oceanográficas del Mediterráneo, aunque realiza traslados periódicos a Vigo para trabajos de mantenimiento. Así que no es uno de los barcos más habituales en las dársenas olívicas, donde sí tienen base el Sarmiento de Gamboa y el Mytilus, de la misma institución gubernamental adscrita al Ministerio de Ciencia. Entregado hace ya más de cuatro décadas, el García del Cid tiene capacidad para 14 tripulantes y 12 científicos y/o técnicos. Entre las personas que componen esta dotación figura María del Carmen Fernández Vázquez, de 43 años y natural de Cangas –residente en el Concello de Bueu–, dada por desaparecida en la mañana de este domingo cuando el buque navegaba a unas veinte millas de la costa, a la altura de Gandia. Su familia partió ayer rumbo a Valencia para estar al corriente en primera persona del operativo de búsqueda, confirmaron fuentes de su entorno.

Las mismas fuentes indicaron que Carmen Fernández embarcó en el oceanográfico el pasado 4 de septiembre. No le era un buque ajeno, ya que entró a formar parte de esta unidad de investigación, como camarera de a bordo, en el año 2018. En los trabajos de búsqueda se cuenta con una amplia dotación de medios ya que incluso el propio García del Cid formaba parte de este despliegue, realizando trazados de norte a sur a lo largo de unos 17 kilómetros para intentar localizar a esta tripulante. 

Además del barco de investigación, participan dos embarcaciones de la Guardia Civil –con base en Valencia y en Alicante–, un helicóptero de la Generalitat y otros tres medios de Salvamento: la patrullera Salvamar, un helicóptero y un avión, el Sasemar 305. De acuerdo a las informaciones aportadas por este organismo del Ministerio de Transportes, también se desplazó a la zona de búsqueda la embarcación Salvamar Diphda. El centro de coordinación de estos trabajos ha solicitado asimismo la colaboración de los barcos pesqueros que trabajan por la zona. La tarea es muy ardua teniendo en cuenta que se ha delimitado un área de unas 1.200 millas náuticas cuadradas, indicaron fuentes de este operativo.