Juicio

Un enfermero acusado de trato denigrante a ancianos: "Los cubanos tenemos otra forma de hablar"

El trabajador de una residencia en la que se le grabó diciéndole a varias usuarias "puta" y "hueles a cabra" niega ante la magistrada el maltrato. Su defensa y la del centro piden la nulidad de los audios y dicen que no hay pruebas

Juicio a un enfermero acusado de trato denigrante a ancianos en Alicante.

Juicio a un enfermero acusado de trato denigrante a ancianos en Alicante.

Mercedes Gallego

Mercedes Gallego

El que por cuestiones técnicas este lunes apenas se pudieran oír en la sala de vistas de un jugado de Benalúa las grabaciones que han llevado al banquillo a un enfermero por presunto trato denigrante a ancianos del geriátrico en el que trabajaba, la residencia Cap Bau de Sant Joan, en Alicante, no resta un ápice de gravedad al contenido de las mismas, que a efectos jurídicos se han dado por reproducidas.

Unas reproducciones que son la principal prueba de cargo de este proceso y de las que tanto la defensa del encausado, que ejerce Joaquín de Lacy, como la del centro, en manos de Ignacio Gally, plantearon en la fase de cuestiones previas que fueran "desterradas" de la causa "por vulneración del derecho a un proceso justo" y considerarlas "ilícitas". La magistrada no aceptó la petición, sobre la que se pronunciará en sentencia.

El acusado, un enfermero al que la Fiscalía atribuye cuatro delitos contra la integridad moral por los que reclama un año de cárcel por cada uno de ellos y quien niega el maltrato, achacó a su origen cubano, y "a la forma diferente de hablar respecto a los españoles", las expresiones que fueron grababas de forma anónima y que alguien hizo llegar a los familiares de una de las víctimas, personados como acusación particular a través de la letrada Elena Martínez. La abogada acusa de amenazas, maltrato, lesiones y trato degradante a los residentes que aparecen en las grabaciones, la madre de sus clientes y cuatro más. Solicita en total 4 años y once meses de prisión.

En las mismas se escuchan expresiones tan vejatorias como "hueles a cabra", "puta vieja", "vete a dormir, cochina" o "cochina, sucia, vieja loca y pesada", "estáte quieta o te mato".

En otra de las grabaciones se oye cómo a una mujer comienza a decirle "qué tía más puta y más guarra eres (…) yo no comprendo que una persona que tiene el culo tan abajo pueda mear la funda de la almohada y tú lo haces" mientras la anciana se queja de que le ha echado una palangana agua fría por encima en mitad de la noche. 

Unos hechos que supuestamente sucedieron entre 2012 y 2014, que se denunciaron en 2015 y que después de múltiples aplazamientos se están juzgando ahora, cuando todas las presuntas víctimas ya han muerto.

Dilaciones que juegan en contra de la precisión de los testimonios aunque una extrabajadora habló con claridad del "trato rudo" que el acusado dispensaba a los ancianos y de gritos de estos cuando los atendía él. Y agregó que más de una vez se pusieron estos hechos en conocimiento del centro aunque entre el personal había miedo a denunciar "por si te despedían o no te renovaban el contrato".

"Qué tía más puta y más guarra eres"

Algunas de la expresiones que se escucha decir al acusado a varias de las usuarias de la residencia

"Si huela a cabra la tía", afirma el encausado mientras intenta asear a una mujer, enferma de Alzheimer y ya fallecida, ante lo que ella repite molesta: "¡Ya está, ya está, ya está!" 

Vuelve a intervenir el acusado dirigiéndose a la anciana: "Pareces una china follando con el ya está (...) Estoy lavando a esta tía de los cojones con las piernas cruzadas (...) Qué pesada en la galleguita de los cojones (...) si tienes que hablar en un dialecto, hazlo en valenciano, que estamos en Valencia"

"Tu eres la puta que has parido y estás aquí pagando porque no te soportan en tu casa, tócate los cojones (...) sivergüenza ésta, vieja mierda, podría morirse ya hoy mismo (...) si fuera en otro sitio y más joven no tendrías dientes ni postizos de la hostia que te daba" 

Testimonios que contrastan de plano con el de la responsable de la residencia, a la que únicamente la acusación particular reclama una indemnización de 29.000 euros por los daños morales, quien dijo que "había residentes que estaban encantadísimas" aunque, a preguntas de acusación, admitió que en una ocasión se tuvo que sancionar al acusado a tres meses sin empleó y sueldo por pedirle, y aceptar, 1.200 euros de una residente para un viaje a Cuba, lo que estaba prohibido.

El hijo de otra de las presuntas víctimas, también fallecida ya, declaró que desconocía que su madre estuviera siendo maltratada hasta que escuchó una grabación donde le decían: "Isabelita, eres una guarra y te voy a restregar la mierda por la cara para que veas el asco que das". Pero precisó que él no conocía al acusado.