Un músico que daba clases particulares a un niño ha sido condenado a dos años de prisión, aunque no pisará la cárcel, tras reconocer en el juicio que durante las lecciones, y en repetidas ocasiones, abusó del menor al obligarlo a que lo masturbara y le hiciera felaciones con el pretexto de que con esas prácticas sexuales adquiriría mayor destreza en sus manos.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Murcia declara probado que los abusos se prolongaron por espacio de diez meses, aunque los mismos no fueron revelados por el menor a sus padres hasta varios años después, tras ver un programa de televisión en el que se había abordado el tema de la depresión y cuando habían advertido que su rendimiento académico había bajado.

El relato de hechos probados recoge que los abusos fueron cometidos en el domicilio del acusado y en los momentos en los que no había ninguna otra persona allí, para añadir que al principio se limitaron a juegos de mano con la excusa de que esa actividad era buena para tocar mejor el instrumento musical del que le daba las clases.

Pero más adelante, y con el pretexto de que era bueno para aumentar su agilidad, lo sometió a la ejecución de distintas prácticas sexuales.

Al final de cada clase, añade la Audiencia Provincial de Murcia, para ganarse su confianza y su silencio le regalaba juegos y películas.

La sentencia condena al acusado a dos años de prisión y tres de libertad vigilada, además de imponerle una orden de alejamiento de 100 metros del menor por tiempo de cinco años.

Además, le impone la obligación de indemnizarlo con 20.000 euros, cantidad que deberá entregar dentro del plazo de un mes.

El tribunal ha acordado dejar en suspenso por cinco años el cumplimiento de la pena privativa de libertad a condición de que durante ese tiempo no vuelva a delinquir y, además, abone la indemnización dentro del plazo fijado.