Brian Raimundo C. M. el joven de 21 años y de origen boliviano, que presuntamente violó a la menor de 16 años de Igualada la madrugada del pasado 1 de noviembre, mostró un desprecio absoluto por la vida de la víctima, según recoge el auto de prisión preventiva y sin fianza al cual ha tenido acceso este diario. 

En el documento se subraya que el agresor sexual que atacó a la víctima la abandonó en un descampado de Igualada, cercano a la estación de tren, inconsciente y con graves heridas. La dejó además sin su abrigo, sin su ropa interior y sin su bolso. Aquella madrugada, hacía mucho frío en Igualada. Un camionero la encontró poco después accidentalmente, desnuda y con signos vitales tan débiles que la dio por muerta. La tapó con una manta y contactó con los servicios de emergencia y estos, al llegar, se dieron cuenta de que estaba viva. Por eso el caso, además de instruirse por violación, también considera que existen indicios de que cometió un delito de asesinato en grado de tentativa. 

La chica fue trasladada de urgencia a un hospital, con un fuerte golpe en la cabeza, donde se ha ido recuperando de las lesiones que le causó el violador, que también hizo uso de un objeto contundente. 

El arranque accidental de las pesquisas

Las investigadores de la Unitat Central Agressions Sexuals de los Mossos, responsables de la investigación, pusieron la lupa sobre este sospechoso al descubrirlo accidentalmente en la grabación de una cámara de seguridad que la policía catalana revisaba para hallar a los responsables de unos jóvenes que causaron desperfectos a un coche en los aledaños de la discoteca Epic, la misma que la víctima abandonó para dirigirse a la estación de tren, cuando fue asaltada por el violador. 

Al reconocerlo, dado que los Mossos tenían ya una denuncia contra Brian Raimundo por abusos a un miembro menor de edad de su propia familia, comenzaron a tratar de reconstruir sus movimientos aquella madrugada a partir de ese instante. Recogiendo grabaciones de otras cámaras de seguridad y geolocalizando su teléfono móvil, los policías descubrieron que a las seis de la mañana siguió a la víctima. Existen imágenes que muestran cómo se fue acercando a ella hasta que, justo en el lugar de la agresión en el que no hay cámaras —las hay desde entonces—, Beian Raimuno ya se encuentra a escasos metros de la víctima. 

El sospechoso fue arrestado el jueves 21 de abril en el domicilio del centro de Igualada en el que residía después de que su madre lo expulsara de casa tras los abusos sexuales previos que constaban a los Mossos. En el minucioso registro que se alargó ocho horas en ese piso, los investigadores hallaron la misma ropa que vestía la noche de la agresión y también, algo decisivo para probar su culpabilidad, restos biológicos de la víctima en la cazadora.