Las distintas Policías Locales de la Región proponen a diario para sanción a docenas de personas, en su mayoría jóvenes, que han sido sorprendidas consumiendo estupefacientes en la vía pública o llevándolos encima, indican fuentes policiales.
En el caso del municipio de Murcia, en 2021 la Policía Local efectuó 3.755 intervenciones, por consumo, aunque la mayoría por tenencia de drogas blandas. En lo que va de año, han sido 1.485 las intervenciones, a fecha de Viernes de Dolores. Los números se incrementan constantemente porque, según detallan desde el cuerpo, en la capital de la Región se realizan aproximadamente una docena de actuaciones cada día.
«El 75% de las intervenciones con drogas blandas son por tenencia», apuntan desde la Policía Local de Murcia.
La mayoría de las sustancias decomisadas en estas actuaciones en la vía pública son, según precisan desde el cuerpo, cogollos de marihuana y hachís. Tras ellos estarían cocaína y éxtasis.
Las cantidades incautadas siguen una estricta cadena de custodia hasta que llegan al laboratorio que la Comunidad Autónoma tiene para el análisis de estas sustancias. Actualmente se ubica en el barrio del Carmen, en la capital murciana.
En el caso de la ciudad de Cartagena, el año pasado constan «232 incidencias por consumo o tenencia de drogas», mientras que, en lo que va de 2022, «son 55», indican fuentes municipales.
Una práctica que, curiosamente, está poco extendida en los municipios costeros fuera de la temporada estival. En San Javier, en lo que va de año, únicamente hay cuatro denuncias por consumo de estupefacientes en la vía pública. En Los Alcázares, se tramitan entre cinco y diez a la semana, una cifra que se incrementa en verano. En San Pedro del Pinatar, por otro lado, los municipales realizan alrededor de cuatro actuaciones a la semana.
Agentes de paisano para capturar a los camellos en el acto
En municipios pequeños, como Alguazas, «son múltiples las denuncias que se realizan cada año, aunque son infracciones difíciles de perseguir, por la dificultad que hay a la hora de sorprender a los autores».
Policías de municipios grandes, como Murcia, cuentan con el Grupo Especial de Seguridad Ciudadana (GESC), cuyos agentes realizan, en zonas de ocio y parques donde se celebran botellones, su labor de paisano, con lo que consiguen el factor sorpresa de cara a detectar a los que venden drogas. De cara a eventos como el inminente Bando, reforzarán su labor.
Reguladas por la ‘Ley Mordaza’
Fuentes policiales concretan que «las denuncias por consumo o posesión de sustancias psicotrópicas (de cantidades que no lleguen a considerarse delito) vienen reguladas a nivel nacional por la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de Seguridad Ciudadana, en su artículo 36 apartado 16.
Esta norma penaliza «el consumo o la tenencia ilícitos de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, aunque no estuvieran destinadas al tráfico, en lugares, vías, establecimientos públicos o transportes colectivos, así como el abandono de los instrumentos u otros efectos empleados para ello en los citados lugares». Infringir la ley se considera una infracción grave que lleva aparejado una multa que puede ir desde los 601 hasta los 30.000 euros, en función de los hechos.
La mayoría de las sustancias decomisadas son cogollos de marihuana y hachís; tras ellos, coca y éxtasis
«Lo habitual es proponer para sanción la cantidad mínima de 601 euros, pero va en función de cómo se desarrolle la actuación», afirman policías consultados por este diario, que ponen como ejemplo que los infractores se enfrentarían a una multa más elevada si «se encuentran consumiendo estas sustancias en un parque donde están en ese momento niños». Entonces «la propuesta del agente puede ser superior».
En el caso de que se sorprenda a una persona con una cantidad considerable de droga encima, presumiblemente para hacer negocio con ella, ya se trataría de un delito contra la salud pública, que conlleva detención.
Una pista para detectar a estos camellos está en el dinero en metálico que llevan encima: una cantidad considerable, en billetes pequeños. Estos individuos, en su mayoría hombres jóvenes, suelen proliferar por zonas de ocio, de noche o de madrugada, y, en muchas ocasiones, conocen a sus clientes. Muchos de estos delincuentes cuentan con antecedentes policiales por trapichear aunque, lamentan agentes de la Región, pese a ser detenidos, vuelven pronto a las andadas, ya que la pena es «casi simbólica».
En el caso de Murcia, en 2021 la Policía Local arrestó a 86 personas por trapichear con sustancias, mientras que en lo que va de 2022 las capturas se elevan a 28.
