Delante del juez, reconoció lo que hizo: acribillar a tiros a un joven y tratar de matarlo. Era verano de 2020, en la localidad de La Unión. Tal y como se lee en el relato de hechos probados de la sentencia, todo ocurrió en la calle ciudad de Dalias, en el citado municipio.

El sujeto, que ahora tiene 31 años de edad, se bajó del coche, pistola en mano. En concreto, una 9 milímetros para la cual carecía de licencia. Se apeó con intención de acabar con la vida de un joven, al cual «comenzó a disparar repetidamente», prosigue el documento judicial.

Una de las balas le dio por la espalda y le salió por la mandíbula

La víctima entonces «salió corriendo», por lo que el atacante se dedicó a «perseguirle, disparando repetidamente, llegando a alcanzarle una de las balas a la altura de la espalda y saliendo la misma a la altura de la mandíbula, momento en que el acusado huye del lugar», continúa la sentencia.

Un testigo alertaba entonces al 112: había un joven herido en la calle, sangrando, porque le habían disparado. Aseguraba también que no había podido ver al agresor, que se había escapado.

Al lugar se desplazó una ambulancia, cuyos sanitarios atendieron al chico in situ para luego llevarlo al hospital más cercano, el Santa Lucía de Cartagena.

Podría incluso haber fallecido de no haber recibido asistencia sanitaria urgente, detalla la sentencia

El chico, afortunadamente, sobrevivió. Detalla la sentencia que « resultó lesionado con herida por arma de fuego con dos orificios, el primero a nivel subescapular izquierdo y el segundo en la región submandubular, sección casi completa de la vena yugular izquierda, hematomas de la musculatura cervical izquierda y omalgia izquierda, requiriendo para su sanidad de tratamiento quirúrgico de ligadura de vena yugular izquierda, abordaje abierto, sutura, así como tratamiento con analgésicos y antibioterapia». La lesión, insiste el tribunal, era «de tal entidad que podría incluso haber fallecido de no haber recibido asistencia sanitaria urgente». 

Más de 15.000 euros de indemnización

El sospechoso fue arrestado apenas unas horas después y, tras pasar a disposición judicial, lo mandaron a prisión provisional. Ya se ha celebrado el juicio y hay sentencia, la cual es firme, al haberse llegado a una conformidad entre las partes. Conformidad que implicaba que el sujeto reconociese el delito por el cual se sentaba en el banquillo.

Como gesto de buena voluntad para llegar a este acuerdo, el individuo depositó ya 7.000 euros en concepto de indemnización a su víctima. Aún ha de darle más: la sentencia lo condena a entregarle un total de 15.230 euros, 2.230 por las lesiones y 13.000 por las secuelas que le han quedado. 

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial, con sede en Cartagena, condena al sujeto, de nacionalidad española, a pasar seis años entre rejas por un delito de homicidio en grado de tentativa y un año más por otro de tenencia ilícita de armas. Cuando salga, no podrá acercarse a menos de 500 metros de su víctima durante una década. Asimismo, cuando quede en libertad, no podrá poseer armas durante tres años más. Y ha de abonar las costas del proceso judicial.