Efectivos de la Guardia Civil de Cantabria han detenido a tres hombres por su presunta pertenencia a grupo criminal y trata de seres humanos con fines de explotación laboral, realizado sobre una pareja natural de Marruecos, informa el Cuerpo.

Igualmente se detuvo a otros dos varones como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores, al ser los empleadores del hombre y tenerlo viviendo, junto a su pareja, en condiciones infrahumanas.

Detallan fuentes de la Benemérita que la investigación comenzó en octubre del pasado año cuando la Guardia Civil fue requerida para trasladarse a una cabaña situada en zona montañosa del término municipal de Los Corrales de Buelna, por la existencia de una pareja que podía estar siendo explotada laboralmente.

Esta pareja, de 28 y 33 años de edad, fue hallada en una cabaña carente de agua potable, luz y casi sin alimentos, encontrándose la mujer enferma, teniendo que ser asistida en un centro sanitario.

Procedían de Murcia

Tras las primeras indagaciones, los agentes averiguaron que el hombre fue traído de la Comunidad Autónoma de Murcia, bajo engaño, con la promesa de un contrato de trabajo, sueldo de 1.500 euros, alojamiento y manutención. Fue traslado a Cantabria tras abonar previamente 5.000 euros.

Una vez en Cantabria, y bajo la mediación de un hombre español, fue trasladado hasta una explotación ganadera del término municipal de los Corrales de Buelna, donde sus dos «empleadores» le mantuvieron en una cabaña, trabajando 12 horas diarias y con escasos alimentos.

La cabaña, de unos 10 metros cuadros y anexa a una cuadra, tenía dos literas y escaso mobiliario, careciendo de las medidas sanitarias mínimas para residir, como un aseo, agua potable, luz o una fuente de calor. Sobre la cama era habitual encontrar ratas, y cuando quería beber agua tenía que hacerlo en una bañera existente en el campo donde abrevaban las vacas.

Esta persona llegó a Cantabria en septiembre del pasado año, desplazándose posteriormente su pareja, al notarle triste en las conversaciones telefónicas que mantenían y las manifestaciones de encontrarse en malas condiciones. A su llegada fue trasladada a la mencionada cabaña.

Tras la liberación de esta pareja a mediados de octubre y su traslado a un lugar seguro y en condiciones dignas, la Guardia Civil practicó las dos primeras detenciones, dos varones de 41 y 18 años, españoles y vecinos del término municipal de los Corrales de Buelna, como las personas que emplearon al citado hombre.

La investigación continuó para averiguar la identidad de las personas que estaban tras el presunto delito de trata de seres humanos. En estas pesquisas se pudo saber que la pareja se encontraba en la Región cuando le ofrecen ir a trabajar a Cantabria, previo pago de 5.000 euros, dinero que tuvo que pedir a su familia.

Mientras estuvo en Murcia, al hombre le hicieron trabajar con documentación de otros compatriotas en situación legal, recibiendo estos el salario por el trabajo prestado.