José Bretón, acusado de asesinar a sus dos hijos el 8 de octubre del año 2011, ha manifestado en su turno de palabra antes de acabar el juicio que le parece "increíble" que hoy en día, 21 meses después del suceso, no se sepa dónde están sus hijos.

Tras los informes finales presentados por el Ministerio Fiscal, la acusación particular y la defensa, Bretón tomó la palabra y se declaró "inocente de los hechos que me quieren imputar", tal y como manifestó.

Bretón recordó que a los cinco meses del suceso, la madre de los menores apuntó que no se sabía nada de los niños y que ahora, 21 meses después del suceso le parece "increíble que no sepamos dónde están mis hijos".

Tras decretar el presidente del tribunal, Pedro Vela, que el juicio queda ya pendiente del veredicto del jurado, el acusado dijo que es "complemente inocente". "Es verdad que no soy inteligente, lo reconozco", aseguró Bretón quien agregó que por eso agradece a la acusación particular que le haya hecho más fácil su defensa, al resaltar puntos que sirven, a su juicio, para probar su inocencia.

Previamente, la fiscal María de los Ángeles Rojas pedía una pena de 40 años de prisión para José Bretón, al que acusó de matar a sus hijos, Ruth y José, y quemarlos posteriormente en una hoguera que hizo ese día en su finca de Las Quemadillas para "no dejar rastro" de su crimen.

Añadió que durante el juicio se han puesto de manifiesto "pruebas como puños y no meros indicios", de tal forma que existen "tantas pruebas" que no cabe duda que Bretón "es el asesino de su hijos". Dijo que la versión de que perdió a sus hijos en el parque "es inverosímil" y la reconstrucción policial que se hizo sobre ese momento demuestra "que los niños nunca llegaron allí".

Mantiene que Bretón había preparado todo para matar a sus hijos ese día al hacer acopio de gasolina en una cooperativa de Huelva, cerca de 270 litros en quince días, al pasar muchas noches en la finca de Las Quemadillas para preparar su plan, y al negarse a cambiar el fin de semana que le tocaba pasar con sus hijos para tenerlos ese día.

Igual de "relevante" es la compra de dos tranquilizantes que "jamás se han encontrado", y que Bretón dijo que los tiró, aunque la fiscal mantiene que se los suministró a sus hijos para adormecerles o causarles la muerte.

La fiscal incidió en que todos los peritos, incluida la que "erró de forma garrafal" en un primer momento, coinciden en que en la hoguera se quemaron "dos cuerpos humanos de entre 2 y 6 años".

"Quiso hacer sufrir a Ruth"

En la misma línea, la abogada que ejerce la acusación particular, María del Reposo Carrero, aseveró que la actitud del acusado "es la principal prueba de su culpabilidad". La letrada reconoció que "cuesta reconocer que un padre pueda asesinar a sus hijos" y que la familia materna esperaba "un atisbo de arrepentimiento" que nunca llegó. Resaltó que los doce peritos que estudiaron los huesos y que han declarado en el juicio son "eminencias todas en su materia", y todos han insistido en "determinar por unanimidad en el carácter humano de los restos".

Según la abogada, Bretón "hizo acopio de abundante gasolina, de leña para hacer un pira funeraria e hizo una hoguera enorme donde quemó a sus hijos de forma premeditada", algo que le causó "un placer permanente por poder hacer sufrir a Ruth", su exmujer.

La acusación manifestó, en este sentido, que "no queda duda que los niños estaban en la hoguera" y quiere pensar que "usó los antidepresivos para adormecerles o acabar con su vida" en lugar de "echarlos en la hoguera vivos", según detalló.

La defensa pide al jurado que obvie

"el juicio paralelo"

El letrado José María Sánchez de Puerta, que defiende a José Bretón, pide al jurado que obvie "el juicio paralelo" al que ha sido sometido su cliente en los medios de comunicación, y en el que "ya ha sido condenado". Sánchez de Puerta, quien presentó su informe final, ratificando la petición de absolución para Bretón -apoyándose para ello en los 22 puntos que constituyen los hechos justiciables recogidos en el auto dictado en su momento por el juez-, subrayó que lo de que su cliente ideo la muerte de sus hijos "es sólo una suposición", en el marco del "juicio paralelo, en el que la opinión pública ya ha condenado a Bretón, desde el mismo día de su detención". Es más, el letrado entiende que a Bretón "se le ha satanizado por cualquier gesto" y se la ha presentado, en todo momento, "como a un verdadero monstruo".

Lo que tiene claro Sánchez de Puerta es que su cliente "no es un asesino", aunque no descarta que "haya podido ayudar para que sus hijos no estén con su madre, pero no es un asesino". Es decir, el letrado cree que Bretón pudo incluso dormir con los tranquilizantes a sus hijos y luego entregarlos a una tercera persona en la autovía, situada junto a la finca de los abuelos paternos de los menores. E. P.