Un hombre de 50 años de edad y que responde a las iniciales de J. O. V. apareció calcinado a primera hora de la tarde de ayer en el huerto que poseía entre el río Segura y el monte de la Atalaya, a las afueras de la localidad de Cieza.

Como principal posibilidad, la Guardia Civil cree que este hombre, que era epiléptico, pudiera haberse caído accidentalmente a un fuego que él mismo habría prendido horas antes para quemar rastrojos. No obstante, la Benemérita no descarta cualquier otra hipótesis en la investigación que ha abierto para el caso.

Al parecer, el cadáver fue encontrado por la mujer del fallecido, que se había trasladado al lugar del suceso tras la tardanza de su marido para ir a comer y al no responder a sus llamadas. Tras el hallazgo, la mujer pidió auxilio y fueron unos vecinos los que avisaron al teléfono único de emergencias '112' comunicando que acababan de encontrar un cadáver calcinado en una hoguera.

Emergencias desplazó hasta el lugar una dotación de la Policía Local y otra de la Guardia Civil. Más tarde llegó una Unidad Médica Especializada -UME-, cuyos facultativos no pudieron más que certificar la muerte de este hombre que se encontraba postrado en uno de los márgenes de la acequia de la Andelma en el paraje El Estrecho del término municipal de Cieza, donde está situado el puente del Alambre, junto a un transformador y un poste.

Sobre las 17.20 horas y tras las inspecciones in situ realizadas por un médico forense, el juez de guardia autorizó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado en un furgón al Instituto de Medicina Legal para que le fuera practicada la autopsia, tras lo cual se espera que sea trasladado al tanatorio para ser velado y enterrado mañana o pasado.