Un jurado popular ha declarado inocentes a Ramón R. y Juan José R., que han sido juzgados en los últimos días en la Audiencia Provincial de Murcia acusados del asesinato de un hombre ocurrido en una calle de Águilas en agosto de 2008. Para el jurado, durante este juicio que se inició el pasado viernes, no se ha probado que los dos procesados fuesen los autores de los disparos que acabaron con la vida de José C. y que fueron realizados desde un coche en marcha.

El fiscal había pedido para Ramón R. 19 años y seis meses de prisión por los delitos de asesinato, receptación, tenencia ilícita de armas y daños, mientras que para Juan José R., que tiene antecedentes por un intento de homicidio, solicitó 21 años y seis meses de cárcel. Los abogados defensores han mantenido su inocencia durante todas las sesiones del juicio y criticaron la investigación llevada a cabo por la Guardia Civil, al considerar que llevaba una línea equivocada al no ahondar en la posibilidad de que el asesinato hubiese sido un ajuste de cuentas por tráfico de drogas.

Estos letrados acusaron también al sargento de la Benemérita que dirigió la investigación de manipulación de pruebas y de presionar a testigos para que identificaran a los acusados como los autores del asesinato. Por su parte, tanto el fiscal como la acusación particular que ha sido ejercida en nombre de los hermanos del fallecido, han sostenido que todas las diligencias del caso fueron realizadas dentro de la legalidad.

Para las acusaciones, el asesinato se produjo dentro de los enfrentamientos mantenidos en los últimos años entre el clan de Los Pertolos, al que pertenecen los acusados, y el de Los Franceses, al que pertenecía la víctima.

La sesión de ayer del juicio comenzó con el informe de la representante del Ministerio Fiscal. Para la fiscal, y para el letrado que ejerce la acusación particular en nombre de los hermanos de la víctima, el asesinato fue cometido por los acusados y todas las pruebas que los acusan fueron obtenidas válidamente, sin vulneración de los derechos de los procesados. Según la fiscal, los argumentos utilizados por las defensas no dejan de ser «coartadas que esgrimen, cuando hay quienes los identifican».