El juicio con jurado popular contra Miguel V.G., de 38 años, tenía que iniciarse hoy en la sección cuarta de la Audiencia de Tarragona, pero finalmente las partes han llegado a un acuerdo de conformidad y se ha dictado una sentencia absolutoria por eximente completa de enajenación mental.

El tribunal ha decidido, a petición de las partes y como medida de seguridad, el ingreso del acusado en un centro psiquiátrico por un máximo de 19 años.

Los hechos se remontan al 13 de marzo de 2006 en el domicilio donde convivían víctima y acusado en Llorenç del Penedès, cuando el parricida, Miguel V.G., de 38 años, mató a su madre asestándole un fuerte golpe en la cabeza con una barra de hierro tras discutir con ella por problemas económicos, ya que, al parecer, el hombre había gastado 3.000 euros en lotería y los perdió.

Al día siguiente de matar a su madre y dejar el cadáver en la cama, el hombre intentó suicidarse inhalando los gases tóxicos de su vehículo, pero, al no conseguirlo, fue a una ferretería, compró raticida y se lo bebió, aunque tampoco logró su propósito porque lo vomitó.

Acto seguido, abrió la llave de una bombona de butano y, viendo que tampoco de este modo lograba acabar con su vida, se tiró a un pozo del patio de la vivienda, de donde fue rescatado por los Bomberos de la Generalitat horas después.

Al parecer, el hombre, para quien la Fiscalía reclamaba inicialmente una pena de 19 años de prisión por un delito de asesinato, mató a su madre, Josefa G.V., de 72 años, porque temía que, en caso de que ésta enfermase, tendría que vender la casa para pagar la residencia geriátrica donde su padre llevaba meses ingresado.

El cadáver de la mujer, que era muy conocida en el municipio y que, según los vecinos, mantenía una buena relación con su hijo, quien padecía una depresión, fue localizado en su cama por una vecina, que, extrañada porque la mujer no abría la puerta, decidió entrar en el inmueble.

Horas después, Miguel V.G. fue rescatado por los Bomberos de la Generalitat del pozo y trasladado al hospital de El Vendrell, donde fue asistido de diversas contusiones y posteriormente arrestado por la Guardia Civil.

El 15 de marzo de ese año pasó a disposición del juzgado número 3 de El Vendrell, que decretó prisión provisional sin fianza por un presunto delito de homicidio para Miguel V.G.