Comidas navideñas

Una Navidad más sostenible es posible reiventando el menú

La dietista-nutricionista Natalia Albino propone platos libres de ingredientes de origen animal para estas fechas

Aconseja usar productos locales y de temporada

La especialista advierte un consumo excesivo de proteína durante las fiestas

Una mesa de Navidad.

Una mesa de Navidad. / PEXELS

Alba Prada Estévez

Ya ha empezado la cuenta atrás para las comidas y cenas navideñas. Eventos a los que, unos más que otros, tienen cierto temor porque saben que año tras año la báscula sube cuando llega el Día de Reyes. De hecho, según la Sociedad Española de Obesidad, lo hace entre 1 y 3 kilos de media. El pánico a pasarse comiendo, sobre todo los típicos dulces de estas fechas, es uno de los temas que más suelen preocupar, no tanto lo hacen otros como son la sostenibilidad, tan o incluso más alarmante. Y es que en estas fiestas “hay un exceso de proteína animal en cada plato, es decir, abundan los embutidos, la carne y el pescado, pero los vegetales brillan por su ausencia”, asegura Natalia Albino, dietista-nutricionista especializada en dietas veganas que trabaja para el Sergas en Vigo.

Todo esto se traduce en un evidente incremento del consumo de carne y, en consecuencia, en un mayor impacto ambiental gracias a esas macrogranjas que trabajan a destajo. Porque sí, tal y como arrojan los datos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) las granjas industriales de producción cárnica son una de las principales fuentes de contaminación, y los típicos platos navideños no hacen más que poner el acento en su consumo. Precisamente para revertir esta situación, o para al menos reducir la ingesta de animales, Natalia Albino propone varios platos libres de ingredientes de origen animal, a los que se pueden añadir un poco de carne o pescado en caso de preferirlo. El objetivo es que haya siempre vegetales, hidratos de carbono y proteínas para tener un plato completo a nivel nutricional.

Entrantes

Navidad
Como entrantes propone untables unos champiñones de temporada o piquillos rellenos o una brocheta con verduras y seitán 

“Más allá del típico hummus, se puede elaborar mutabal, que es como un paté con berenjena asada, o muhammara, un paté con pimientos asados y nueces"

Principales

Para los platos principales, la especialista en alimentación vegana propone una serie de menús que también pueden adaptarse a todos los gustos. “Puede hacerse una lasaña o canelones de espinacas o boloñesa (con soja texturizada o con carne) o un pastel de lentejas. Este último ejemplo es muy sencillo y rico, basta con sofreír verduras, añadir lentejas cocidas y un poco de harina para hacer más pastosa la preparación, y luego llevar todo al horno con un poco de puré de patata encima”, explica Natalia.

Otras alternativas atractivas en las que se pueden evitar los productos de origen animal “son los arroces o risottos de calabaza, setas o calabacín o siempre se puede preparar un seitán en salsa de pimienta, que es muy parecido al solomillo, o un guiso a base de soja texturizada”, señala. Otras opciones que recomienda la nutricionista son un rollo de verdura con tofu usando hojaldre, unas albóndigas con soja texturizada, boniato relleno o un redondo de seitán. “Hacer seitán es muy sencillo pero lleva su tiempo. En Navidad normalmente nos apetece pasar un poco más de tiempo en la cocina por lo que es un momento perfecto para decidirnos a hacer seitán casero y rellenarlo ya de verduras para hacer el redondo de seitán”, aconseja.

“Hacer seitán es muy sencillo pero lleva su tiempo. En Navidad normalmente nos apetece pasar un poco más de tiempo en la cocina por lo que es un momento perfecto para decidirnos"

Postres

Con respecto a los dulces considera que lo mejor es comer lo que nos apetezca, pero intentar siempre hacer raciones para no pasarse. “Es mejor hacer varios mini flanes que un solo flan”, dice. Además anima a introducir algo de fruta en los postres. “Yo hago mucho la piña rellena. La abro al medio, la vacío bien y a fuego medio la voy caramelizando con el propio azúcar de la fruta. Luego la relleno con arándanos, frambuesas u otras frutas y está muy rica. También, si no la van a comer niños, se le puede poner algo de ron”.

“Yo hago mucho la piña rellena. La abro al medio, la vacío bien y a fuego medio la voy caramelizando con el propio azúcar de la fruta"

Y para terminar una comida navideña, a veces lo mejor es una infusión digestiva, porque ya se sabe que en estas fechas cenamos y comemos varios platos, por lo que es muy probable que nuestro estómago necesite una ayudita... “El hinojo y el anís estrellado son dos buenas opciones”, indica la especialista. Y para darles un sabor más agradable siempre se pueden mezclar con otras.

Conservación

Aunque por suerte no siempre es así, son muchas las personas que no comen animales que se ven obligadas a llevar su propia comida durante las fiestas navideñas. Y es que, aunque como se ha visto es posible adaptar recetas deliciosos y vistosas para todos, siempre hay personas sin empatía que se ciñen a lo de “toda la vida”. Para transportar la comida, Natalia aconseja prepararla con la antelación justa y refrigerarla lo antes posible. “Hay que esperar un poco a que temple y nunca guardar la olla en la nevera porque no están hechas para el frío. Hay que conservar la comida en un táper de cristal y si es de plástico, asegurarse de que sea apto para el frigorífico”, explica.

Además de reducir el consumo de animales en estas fechas, la especialista en nutrición recuerda que comprar productos locales y de temporada también ayuda a la sostenibilidad. Y por supuesto, estos menús libres de ingredientes animales, deberían estar presentes el resto del año con más o menos frecuencia. Por nuestra salud y por nuestro planeta.