LA VIDA CONTIGO

Día Internacional de la Dislexia: "Hay que visibilizar esta dificultad sobre la que aún existe tanta incomprensión"

Expertas y creadoras buscan que la dislexia, un trastorno específico del aprendizaje, deje de señalarse como "algo raro"

Valeria y el baile de las letras.

Valeria y el baile de las letras. / EPE

Andrea San Martín

Abandonar, a veces, es sinónimo de fracaso. Si un estudiante suspende o no progresa en su formación académica acabará saliéndose del camino de un modo inseguro y sintiendo frustración. No podemos correr una maratón si no estamos preparados, deberemos primero hacer una preparación previa de nuestros músculos. Lo mismo sucede en nuestra carrera formativa.

Si no somos buenos en una materia o nos cuesta estudiarla, imagínense para aquella persona que en un abrir y cerrar de ojos sólo ve obstáculos. La dislexia es una consecuencia de diferencias individuales en las áreas del cerebro que procesan el lenguaje. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que el 10 por ciento de la población del planeta padece dislexia, lo que equivale a que aproximadamente 700 millones de personas tienen esta dificultad de aprendizaje que es la causa de un alto porcentaje de fracaso escolar.

¿Cuáles son los indicadores más frecuentes para diagnosticar la dislexia? ¿Cómo se puede detectar? Si solo les cuesta aprender las letras o, una vez aprendidas, pueden leer y escribir sin errores y con una fluidez creciente. O, por ejemplo, se aprecia una dificultad para afianzar y recuperar la representación fonológica de las palabras (cadena de sonidos que conforman una palabra). Especialmente se puede apreciar en Educación Primaria cuando "lo que aprenden un día lo olvidan al día siguiente y no evolucionan como el resto pese a ser niños y niñas inteligentes en apariencia", explica a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica, Carmen Silva, especialista en dificultades de aprendizaje y creadora del Método Diverlexia para enseñar a leer y escribir.

Esta experta en detección e intervención de la dislexia y, en general, en dificultades relacionadas con la lectoescritura, considera que el origen, en la mayoría de las ocasiones, está en la mala praxis y no en la incapacidad de un alumno para aprender. Por lo que abordarlo desde una edad temprana es "una forma de paliar la dislexia que en muchos casos llega a suponer un problema significativo porque no se ha tratado bien desde el inicio".

Método diverlexia, Carmen Silva.

Método diverlexia, Carmen Silva. / Carmen Silva

A veces, la dificultad pasa totalmente desapercibida en estas fases iniciales de adquisición de la lectura y lo que nos encontramos, en cursos superiores, son escolares que aunque han aprendido a leer y a escribir tienden a leer muy lento, el silabeo tarda mucho en desaparecer, la lectura les supone un sobreesfuerzo que dificulta la comprensión lectora sobre todo cuando el texto es más largo y en escritura cometen muchísimos errores. Necesitan dedicarle mucho tiempo al estudio y aún sabiendo el temario se quedan en blanco y "los resultados no son acordes al esfuerzo". Además, a nivel emocional va mermando la autoestima, la sensación de autoeficacia, la seguridad y confianza en uno mismo, varía la iniciativa a la hora de participar en clase, el nivel de ansiedad y frustración, e incluso el rechazo a todo lo académico.

Al mismo tiempo, Charo García, maestra de educación primaria y AL (Audición y Lenguaje), pedagoga terapeuta y experta en dificultades de aprendizaje a la pregunta de si hay diferencia en el método de trabajo con los pequeños que tienen dislexia y los que no ha sido estrictamente franca, rfesponde que "una sesión, tanto si es específica como de apoyo educativo hay que orientarla de una manera distinta a cualquier otro alumno normolector". En España, la educación es principalmente memorística y mucho texto escrito, por lo que "se les complica el abordaje de los cursos a los niños con dislexia, estando claramente en desventaja con el resto de sus compañeros", ha apostillado.

García, que también utiliza técnicas del Método Diverlexia en la mayoría de sus sesiones, aborda los contenidos basándose en "material manipulativo", trabajando especialmente la autoestima, ya que "suelen tenerla bastante tocada". Incluso, se apoya en sus fortalezas para compensar sus debilidades. A través de estrategias y adaptaciones según las necesidades consigue que los niños no sientan miedo a enfrentarse a "tanta letra junta que les hace agobiarse y creer que no pueden hacerlo". "No es fácil, pero es muy satisfactorio cuando ves que superan los retos que el sistema educativo les plantea y que les ayuda bien poco".

Dificultades de aprendizaje.

Dificultades de aprendizaje. / Carmen Silva

"Es normal, dale tiempo, ya madurará"

Las familiares llegan a preocuparse al plantearse hasta qué punto esa condición o diagnóstico puede limitar la vida de sus hijos. Alertan a los docentes y al colegio porque observan conductas que no les cuadran y ven que empieza a revelarse algún tipo de problema que desconocen y les angustia. Silva, en su apreciación sobre la gestión del entorno, reconoce que en los propios colegios se suelen encontrar con la valoración de "es normal, dale tiempo, ya madurará".

En cambio, cuando las familias encuentran un diagnóstico, sienten cierta paz y entienden que "no estaban locos", explica Silva. Ahí empieza la incertidumbre y la duda de cómo puede afectar la dislexia y qué pueden hacer para ayudar a sus hijos. "No me encuentro con muchos casos de rechazo aunque hay una tendencia a que las mamás acepten el diagnóstico con mucha más predisposición que los padres, los cuales en algunas ocasiones ven más una falta de esfuerzo por parte del niño o niña que un problema como origen de los bajos resultados académicos. Obviamente, esto no se puede generalizar pero sí lo he visto muchas veces", ha confirmado.

Cuando aprendemos a leer nos encontramos con dos poblaciones; aquellos niños y niñas que tienen muy buena predisposición o aptitudes para desarrollar esta habilidad y aquellos a los que les va a costar de manera significativa. "Los primeros aprenden a leer con cualquier método y casi con cualquier instrucción pedagógica, sin embargo, los segundos no", explica la también autora de la novela 'Quién era mi abuelo' y de la colección 'Leer es un rollo' que apuesta por este método sistemático para evitar el desfase de aprendizaje entre unos alumnos y otros. De tal modo que los métodos inclusivos juegan un papel esencial en "evitar que esos peques a los que sí les va a costar aprender a leer y a escribir se queden atrás".

"Si respetamos ritmos, no nos saltamos escalones esenciales dentro del proceso de aprendizaje, establecemos para cada escolar actividades que sí son acordes a sus posibilidades, utilizamos métodos de enseñanza que incluyen metodologías y estrategias avaladas por la ciencia que no solo beneficien a los que van bien con cualquier método, sino que presten especial atención a aquellos que necesitan algo más, evitaríamos gran parte del sufrimiento que ocasiona la dislexia en los escolares que la presentan y en sus familias".

Valeria en la firma de libros de la Feria de Málaga.

Valeria en la firma de libros de la Feria de Málaga. / IMAGEN CEDIDA

'En los zapatos de Valeria': "Un cuento infantil donde la dislexia es la principal protagonista"

"¿Cómo le afectará la dislexia en su etapa escolar? ¿Podrá llevar el ritmo de la clase?". Estas son las dudas de María Heredia, una de las madres que ha puesto todo su amor y cuidado en el desarrollo de su hija Valeria en el momento que le diagnosticaron dislexia moderada con dificultades a nivel lingüístico, de vocabulario y de expresión oral. "Tenía una sola opción, asumirlo y ayudarla en todo lo que estuviera a mi alcance, tanto en casa como con ayuda de profesionales", confiesa a El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica. Tras varias semanas de trabajo y de sesiones con Carmen Silva decidió plasmarlo en papel. María, todo un ejemplo a seguir, pensó que sería buena idea y que ayudaría a otras familias. Y así nació el libro 'Valeria y el baile de las letras'. Un cuento infantil donde la dislexia es la principal protagonista. "He querido enfocarla para visibilizar esta dificultad de la que aún existe tanta incomprensión y de este modo, podamos reconocer el esfuerzo diario de estos niños en los colegios, poder motivarlos día a día con sus logros, transmitirles positividad y valorar los objetivos alcanzados", asegura.

A María le costaba mucho trabajo encontrar un libro que se adaptara a la edad de su hija y a la necesidad de poder entender lo que estaba leyendo, por eso, decidió escribir esta guía dirigida tanto a los niños como a los padres con el objetivo de entender mejor esta problemática que afecta a una gran parte de la población infantil. "Mi propósito es motivar a Valeria en su día a día, dar visibilidad a esta dificultad en los colegios y fomentar el respeto, la empatía y la generosidad, especialmente en el momento que les toque participar en clase", ha subrayado.

De hecho, la evolución de Valeria ha sido bastante positiva y satisfactoria. Trabajar con Carmen Silva ha sido "una suerte" por cómo les ha enseñado, tanto a Valeria con su dislexia y a ella como madre para poder seguir trabajando en casa tanto la seguridad, la positividad personal, la autoestima y hasta la confianza. "Esa timidez y ese miedo escénico de enfrentarse a una lectura en clase ha ido poco a poco pasando a segundo plano".

Valeria y el baile de las letras.

Valeria y el baile de las letras. / María Heredia

Un cuento que ayuda a familias y a profesores que cada vez va consiguiendo una mayor relevancia, no sólo por su exposición tanto en la última edición de la Feria del Libro de Málaga sino también en el concurso Míster Internacional España gracias a José Antonio Campos, actual míster Málaga, que decidió hacer un proyecto social abordando la dislexia con el fin de dar visibilidad a este dilema presente en las aulas. Y de ello es testigo Laura Atienza, maestra de Educación Primaria de inglés y una de las coordinadoras principales del proyecto educativo Palmarés en la asociación malagueña WOMET, encargada de ofrecer oportunidades de crecimiento personal y profesional a estudiantes con riesgo de exclusión social. Y entre los talleres destaca la presentación del libro con un único objetivo: que los pequeños y las pequeñas, "muchos de ellos diagnosticados, o en proceso de, con dificultades relacionadas con la lectoescritura", conocieran a Valeria para que no se sintieran solos.

Atienza denuncia que muchas de las familias se encuentran en una "situación de desesperación, ya que se están encontrando con muchas dificultades y barreras en los colegios". Y advierte que "en los colegios se debe dar más visibilidad, ayudas y empatía para que no se les señale a esos niños y niñas de flojos, vagos o despistados. Una valoración rápida será importante en el avance de la dislexia porque creo que ya va siendo hora de dejar de señalar esta dificultad de aprendizaje como algo raro".

Valeria y el baile de las letras.

Valeria y el baile de las letras. / Womet

Dislexia según los idiomas

La prevalencia de la dislexia fluctúa mucho en función del idioma. Los que tenemos un idioma transparente como el castellano somos unos afortunados porque, al final, si nos enseñan bien el código y lo afianzamos para aplicarlo sin errores hasta automatizarlo, podemos conseguir una lectura y escritura bastante funcionales pese a tener dislexia. Por el contrario, por ejemplo, los escolares anglosajones al aprender un idioma con menor transparencia tienen mayores dificultades para comprobar la existencia de esta alteración tanto en la precisión lectora como en escritura.

"Por este motivo, puede haber escolares que logren compensar en gran parte una dislexia en español y, sin embargo, tengan serios problemas con el inglés o con otras lenguas más opacas", explica Silva que justamente tiene esta peculiaridad. "Los síntomas que he experimentado con el español han sido mucho más leves y los he podido ir compensando con más horas de trabajo y con ciertos truquillos, pero en el inglés he generado una indefensión aprendida total que me bloquea totalmente".

No se trata de que la persona tenga dislexia para un idioma y para otro no. "La persona tiene dislexia en un grado mayor o menor de gravedad pero esta dislexia va a repercutir de manera muy distinta en los diferentes idiomas, por lo que puede haber un problema significativo en la adquisición y dominio de una lengua, frente a una menor habilidad bien compensada en la adquisición y dominio de otra lengua".