Estudio

Una terapia experimental logra corregir el déficit de memoria por el síndrome de alcoholismo fetal

 Los médicos creen que detrás de muchos diagnósticos de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se encuentra, en realidad, el síndrome por alcoholismo fetal

Una embarazada con su ginecóloga.

Una embarazada con su ginecóloga.

Beatriz Pérez

El consumo de alcohol durante el embarazo genera riesgos adicionales para el feto, como el síndrome de alcoholismo fetal, un conjunto de problemas físicos, mentales y de crecimiento que afectan al niño. Su capacidad de aprendizaje y de memoria es menor. Los médicos creen que detrás de muchos diagnósticos de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) se encuentra, en realidad, el síndrome por alcoholismo fetal. Una investigación experimental de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), probada solo en ratones por ahora, propone una terapia para corregir el déficit de memoria causada por trastornos del espectro alcohólico fetal (TEAF). Y también pone el foco en que, en el embarazo, bastan consumos esporádicos de alcohol (que causen intoxicación) para producir este mal en el feto.

Los investigadores advierten de que basta un consumo esporádico durante el embarazo para producir este trastorno infradiagnosticado

Investigadores de la UPF, con la participación del Hospital del Mar Research Institute, han identificado el mecanismo neurobiológico responsable de las alteraciones en la memoria de jóvenes expuestos al alcohol durante el embarazo y la lactancia. Este estudio, además, propone una terapia que logra revertir el déficit, abriendo la puerta a tratar un trastorno infradiagnosticado en humanos.

"Hemos intentado evaluar cualquier tipo de tratamiento que pudiera ser efectivo. Y nos hemos centrado en el sistema endocannabinoide [un sistema de neurotransmisión que se encuentra en diferentes zonas y tejidos del organismo y ayuda en la regulación de varios procesos metabólicos]. Hemos observado que en ratones, en una época concreta de su desarrollo, los niveles de canabinoide endógeno están disminuidos. Y hemos querido, con distintas intervenciones, producir una activación de este sistema y ver por qué mecanismo mejoran la memoria", explica Olga Valverde, catedrática del Departamento de Medicina y Ciencias de la Salud de la UPF.

Según Valverde, administrar un tratamiento que incremente los niveles endocannabinoide (los cuales están disminuidos por el efecto del alcohol prenatal) mejora la memoria de los ratones. Aunque la investigación aún es muy inicial, Valverde está "esperanzada" porque existen sustancias que hoy en día se podrían estudiar en el ser humano. "Hoy en día existen fármacos que se utilizan en niños para otras terapias, como el cannabidiol, que se trata en algunos tipos de epilepsias. Esta podría ser una manera de evaluar los resultados en clínica", añade.

Adopciones del Este

En 2018, un estudio del Institut Català de l'Acolliment i de l'Adopció (ICAA) reveló que la mitad de los niños adoptados en Cataluña procedentes de Rusia y Ucrania sufrían algún trastorno del espectro del alcoholismo fetal. "Pero no solo las mujeres que beben mucho luego tienen niños con problemas, sino que incluso bebiendo pocas veces, si ese consumo produce intoxicación [borrachera], aparecen alteraciones cognitivas, de aprendizaje y memoria en el niño", advierte Valverde.

El síndrome del alcoholismo fetal está infradiagnosticado. Solo un 1% de los niños están diagnosticados y estos son siempre los casos más graves. "Si abarcamos los casos graves y leves, hasta el 10% podría tenerlo", señala. Son menores, aparentemente normales, que tienen problemas de aprendizaje o memoria. "En España ha habido muchísimos niños adoptados con estos problemas, pero tenemos que ir más allá: tenemos niños de mujeres de aquí que no han tenido la prevención durante el embarazo", insiste esta catedrática, que pone además el énfasis en que el estudio de la UPF demuestra que "basta con beber esporádicamente llegando a un nivel de borrachera" para que el niño desarrolle este trastorno.