Treintañeros | 35º Aniversario LA OPINIÓN

Pedro Antonio Gomariz: "El agricultor murciano es un gran productor, pero le falta la parte empresarial"

Mezcla a la perfección la tecnología y el conocimiento histórico heredado de su familia para hacer de sus limones los más sostenibles de Europa. Su formación le ha permitido convertirse en responsable nacional de su ámbito

Pedro Antonio Gomariz

Pedro Antonio Gomariz / Juan Carlos Caval

Alfonso Asensio

El principal motor económico de la Región de Murcia, la agricultura, necesita líderes que luchen por defenderla y en ese sentido no hay nadie mejor que Pedro Antonio Gomariz (Molina de Segura,1988).

De la sexta generación de agricultores de su familia y licenciado en Derecho, Pedro se ha convertido en el responsable nacional de cítricos y agua de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) tras un largo camino de aprendizaje a pie de campo.

Comenzó a formarse académicamente a la vez que cogía el relevo en la explotación de sus padres. Ahora, tras diez años de trabajo con una filosofía basada en la sostenibilidad y la innovación, el agricultor pelea por los derechos de todos los que se dedican a la tierra para mantener la viabilidad de un oficio muy necesario y que está en peligro. A sus 35 años, Pedro no cree estar en su mejor momento porque “todos los días se tiene un poco más de experiencia y de conocimiento”.

El conocimiento heredado es la esencia de ser agricultor y eso hay que vivirlo para saberlo

Aunque este año “el cultivo no ha salido positivamente para nadie”, Pedro mantiene “la esperanza y las ganas” porque así afronta la vida y el duro trabajo en el campo. Sin ese positivismo no habría podido sobrevivir una empresa agrícola que aguantó durante cinco generaciones antes de su llegada: la de Bernardino, su trastatarabuelo; Blas, su tatarabuelo; Pedro, su bisabuelo; Antonio, su abuelo; y Pedro, su padre. Con el campo en las venas, Pedro quiso aportar una nueva visión para mejorarlo. “Yo soy de la sexta generación de agricultores de mi familia, pero siempre tuve claro que tenía que estudiar para formarme bien. Estudié una doble licenciatura en Administración y Dirección de Empresas y Derecho”, comenta.

El joven agricultor se hizo cargo de la explotación de ‘Los Coloraos’ a la vez que completaba sus estudios. “A la misma vez que estudiaba, me formaba en agricultura con mi padre y con mi entorno y me hice cargo de la explotación de mi familia porque mis padres ya eran mayores. Pasé de un policultivo a un cultivo únicamente de cítricos, que funciona como un monocultivo a la hora de producir”, explica. La mezcla de conocimiento teórico y práctico es lo que hace de Pedro un agricultor excepcional, aunque su humildad le impida reconocerlo. “No soy nada más de la cuenta”, expresa.

Su primer paso fue formarse académicamente para hacer frente a las dificultades que acarrea una empresa agrícola. “Aparte de agricultores somos empresarios. Ese es un concepto que cuesta entender en el campo. El agricultor murciano es un gran productor, pero le falta la parte empresarial. Nuestro trabajo no es sólo producir, sino tratar con Hacienda, con la Seguridad Social, nuestros proveedores, bancos o clientes, y para eso se requiere formación”, argumenta. “Cualquier empresa mediana o grande tiene un administrador que la dirige con una formación empresarial y la agricultura no puede ser menos si quiere ser viable”, añade.

La universidad no le ha aportado únicamente conocimientos administrativos y legales, sino también un cambio de mentalidad. “Mi formación me ha permitido tener una mente más abierta para buscar información”, comenta. Con todo el conocimiento de los libros, Pedro adoptó un mantra para su empresa. “Reducir los costes y producir más con menos. No invento nada, pero intento mejorarlo”, afirma. En busca de la mejor eficiencia, su primera medida fue centrar la explotación en el limón y el pomelo, “dos cítricos con la misma fertirrigación y los mismos tratamientos fitosanitarios”. La siguiente fue basar todo su trabajo en la sostenibilidad.

Su portada

Su portada

“En el 2005 aposté por la sostenibilidad. Empezamos con producción integrada, un método que ya no existe hoy porque todo lo que integraba se ha convertido en obligatorio para todos por lo bueno que era”, explica. Pedro no solo se adelantó a las prácticas sostenibles, sino que también fue un paso más allá al implantar una tecnología a la que le quedaban muchos años para normalizarse. “Hace quince años implantamos el riego solar fotovoltaico sin baterías, una cosa que nunca se había oído y que hoy está superado técnicamente, pero entonces pudimos regar 2.000 árboles a la vez gracias a la tecnología de una empresa alemana”, recuerda. “La sostenibilidad es un conjunto”, zanja.

La inquietud por el avance de Pedro lo hace un agricultor moderno, sin embargo, es consciente de igual forma de la importancia de los aprendizajes heredados. “Yo he adquirido, gracias a mi padre, los conocimientos históricos del campo. Vivir en el entorno, el control diario, la regulación a vista del agricultor y ese conocimiento heredado es la esencia de ser agricultor y eso hay que vivirlo”, manifiesta.

Sus limones ecológicos llegan a toda Europa y se hicieron tan conocidos que incluso Coca Cola lo convirtió en uno de sus proveedores. A base de trabajo también llegó a la COAG. “Mi padre fue el primer presidente de COAG en Murcia, por lo que también me viene en la sangre. Empecé como responsable regional de cítricos, a nivel nacional les gustó mi manera de hacer las cosas y el resto de responsables me eligieron como responsable nacional en mi ámbito”, cuenta.

Antes de despedirse, Pedro deja un mensaje para nuestro medio. “Durante mi carrera he colaborado con La Opinión como agricultor y como responsable de COAG. Para mí es un periódico que tiene mucha importancia en la Región de Murcia y que es muy necesario para nuestro sector”, concluye Pedro Antonio Gomariz.