¿Sabías que...?

Los canales navegables son ríos artificiales construidos por el hombre para facilitar el transporte y el comercio utilizando barcos. Algunos canales unen mares y océanos. Por ejemplo, el canal de Panamá comunica el mar Caribe con el océano Pacífico, y el canal de Suez atraviesa Egipto uniendo el mar Rojo y el mar Mediterráneo. Otros canales unen unos ríos con otros ríos o con el mar. Por ejemplo, el canal de Europa comunica el Rin con el Danubio, y el canal del Midi une el río Garona con el mar Mediterráneo. También hay canales que conectan ciudades a modo de carreteras, como el Canal de Castilla en España que atraviesa 38 municipios. En ciudades como Venecia y Ámsterdam existe un gran entramado de canales de navegación que sirven de calles.

Esclusas en el canal de Panamá. L.O.

Cómo funcionan las esclusas

La construcción de los canales de navegación supone retos difíciles. Los ingenieros tienen que diseñar muros, diques, presas, compuertas, etc. Los canales deben tener la profundidad y la anchura adecuadas para que los barcos puedan navegar. Para ello es preciso excavar y retirar un volumen enorme de tierra. También hay que solucionar el llenado y suministro de agua al canal. Un problema importante es el de los desniveles del terrero atravesado por los canales. Cuando la pendiente es muy grande, es necesario construir el canal en varios tramos horizontales y escalonados. En este caso, los barcos suben o bajan de un tramo a otro mediante unos sistemas elevadores muy ingeniosos que se llaman “esclusas”.

Las esclusas son compartimentos con compuertas de entrada y salida que se construyen junto a cada escalón de un canal para que los barcos puedan pasar de un tramo a otro de diferente nivel. Las compuertas permiten llenar o vaciar el compartimento dependiendo de si el barco sube o baja de nivel. Es decir, las esclusas son como ascensores. Cuando se quiere subir por el canal, el barco entra en la esclusa, se cierra la compuerta de entrada y se llena de agua la esclusa hasta que alcanza el nivel de agua superior; después se abre la compuerta de salida y el barco continúa navegando. Cuando el barco quiere bajar, se cierra la compuerta de entrada y se vacía la esclusa.

Por ejemplo, en el canal de Panamá los barcos ascienden desde el Atlántico a través de tres esclusas hasta el lago Gatún, que está a 26 metros sobre el nivel del mar, y luego descienden por otras tres esclusas hasta el Pacífico.

Imagen del experimento. L.O.

Canal y esclusa con un tetrabrik

Materiales

Tetrabrik de leche, o de zumo, con tapón. Tapones de plástico. Tijeras. Celo. Plastilina.

Hacemos el canal y la esclusa

Cortamos el tetrabrik por la mitad, dejando sin cortar el culo. Lo doblamos por la parte sin cortar y hacemos un canal alargado que tendrá en medio una compuerta que separa dos mitades. Ponemos un poco de celo para unirlas mejor. Cortamos en el cartón separador una abertura rectangular hasta la mitad de altura del canal. Ponemos celo o plastilina en los cortes para que no haya pérdidas de agua. Hacemos una compuerta rectangular de plastilina y tapamos con ella la abertura. Llenamos de agua hasta arriba uno de los dos tramos, y llenamos hasta la mitad de altura el otro tramo. Una parte hará de esclusa y la otra de canal. Echamos los tapones al canal como si fueran barcos. Si abrimos la compuerta, descenderá el agua del tramo que tiene más agua y el barco podrá pasar al otro tramo.

SABER MÁS

El Gran Canal de China es el río artificial más largo del mundo. Tiene casi 1.800 kilómetros de longitud y recorre China de norte a sur. Se empezó a construir en el siglo V antes de Cristo y se acabó en el siglo XIII. Hoy día sigue siendo una de las vías más importantes de comunicación y transporte del interior de China. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad.