Final del curso

Terminemos el curso con cuentos

terminemos el curso con cuentos

terminemos el curso con cuentos / FREEPIK

Esther Murcia Gomicia

Esther Murcia Gomicia

El calor nos anuncia la llegada de la estación estival, posiblemente la más celebrada por los niños. Con el curso llegando a su fin, iniciamos el periodo de vacaciones más largo del año. Pero antes de ello, nos enfrentamos al fin de curso, un momento que, a pesar del cansancio acumulado, puede ser diferente para todos.

Es un hecho: mientras los cierres de evaluaciones y el papeleo inundan las tareas de los docentes, los niños, con el calor y las vacaciones a la vista, se llenan de energía. Estas dos situaciones no son muy compatibles; por un lado, los docentes tienen menos paciencia y más cansancio, y por el otro, los alumnos están más estimulados y energéticos. Por eso, debemos plantear el fin de curso de otro modo.

¿Y si finalizamos con juegos, actividades más lúdicas y, por qué no, cuentos? Terminar de forma entretenida no solo es una manera de celebrar el esfuerzo y los logros de nuestros estudiantes, sino también una estrategia pedagógica efectiva que puede enriquecer su aprendizaje y desarrollo integral.

Animo a los docentes a integrar estas actividades en sus planes de fin de curso, aprovechando las fechas actuales, pero también a considerarlas para el inicio y desarrollo del próximo curso. Crear un ambiente positivo y estimulante dejará una huella duradera en sus alumnos. Los cuentos, por ejemplo, son una práctica educativa que, aunque clásica, sigue siendo fundamental en el desarrollo de los alumnos. Independientemente de la edad que tengan, los cuentos ofrecen innumerables beneficios que van más allá del simple entretenimiento.

Hoy, más que nunca, es vital que redescubramos y aprovechemos el poder de las historias en el aula. Les sugiero integrar la narración de cuentos en su práctica docente diaria o al menos en este final de curso. Ya sea a través de la lectura en voz alta, la narración oral o incluso la escritura de cuentos por parte de los alumnos, las historias tienen el poder de enriquecer el aprendizaje y el desarrollo de los estudiantes de todas las edades, insisto, todas las edades. Redescubrir juntos el poder transformador de los cuentos y brindar a nuestros alumnos esa magia y beneficios que solo una buena historia puede ofrecer, es un buen regalo de fin de curso.

Los cuentos han sido una parte integral de la infancia a lo largo de la historia. Desde las fábulas antiguas hasta los cuentos modernos, estas narraciones desempeñan un papel crucial en el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños. En un mundo dominado por la tecnología y el entretenimiento digital, es esencial reconocer y valorar la importancia de los cuentos en la formación integral de los más pequeños.

¿Por qué no terminar el curso con un «Érase una vez…»? Una frase que abre puertas a mundos mágicos y aventuras inolvidables. Así, podemos ofrecer a nuestros estudiantes una despedida memorable y educativa, llenándolos de inspiración y preparándolos para las maravillas que les esperan en el próximo curso. Crear recuerdos felices es la mejor forma de despedir un ciclo y dar la bienvenida a otro lleno de oportunidades.