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El ‘jet lag’ escolar por falta de sueño

El insomnio en edad pediátrica afecta hasta a un 30 por ciento de los niños menores de 5 años, y la falta de rendimiento académico, la irritabilidad y los problemas físicos y emocionales son algunas de sus consecuencias

El ‘jet lag’ escolar por falta de sueño | EPE

El ‘jet lag’ escolar por falta de sueño | EPE / m.gonzález

M. González

El sueño es vida, y tiene la misma importancia para la calidad de vida de los pequeños que una correcta alimentación y la práctica de ejercicio habitual”, subraya Lorenzo Armenteros, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y miembro de la Alianza por el Sueño. Pero lo cierto es que los niños españoles no duermen bien, al menos, no lo suficiente, y la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de que el insomnio podría ser la epidemia del futuro próximo, y que ya está afectando, y mucho, a los niños.

«Según un documento de consenso promovido por la Asociación Española de Pediatría (AEP), el insomnio es una patología muy frecuente en edad pediátrica: afecta hasta a un 30% de niños menores de 5 años», apunta María Alexandra Millan Betancourt, pediatra del Hospital Sanitas CIMA. En el documento «también se recogen otros datos interesantes, como que el 27% de los niños de 5-12 años presentan resistencia para ir a dormir, el 11% latencia de sueño prolongada, el 6% despertares frecuentes y el 17% dificultades para levantarse por la mañana», enumera.

«El sueño es un estado de reposo mental y físico que cuenta con una función reparadora imprescindible. El descanso es crucial a todas las edades; sin embargo, es de vital importancia en la infancia y en la adolescencia, momentos clave en el desarrollo físico y mental y emocional de las personas», destaca Ainoa Míguez, pedagoga especializada en Psicología Educativa.

De este modo, el insomnio infantil «puede tener una variedad de consecuencias negativas para la salud y bienestar», destaca María Alexandra Millan Betancourt- «Por ejemplo, puede afectar a la capacidad de concentración y al rendimiento escolar debido a la fatiga y la somnolencia durante el día. También puede ocasionar cambios en el comportamiento, como irritabilidad, mal humor y dificultad para controlar las emociones». «Igualmente», prosigue, «puede afectar negativamente a su crecimiento y desarrollo».

En este sentido, el ‘jet lag’ escolar hace referencia al «desfase horario que padecen muchos niños, cada vez más, por alteración de su sueño», expone Armenteros. «Cuando no descansan ni las horas necesarias ni de la manera apropiada se producen infinidad de alteraciones».

En cuanto a los problemas de rendimiento académico, Ainoa Míguez explica que «el sueño es crucial para el funcionamiento cognitivo y el aprendizaje». «Los niños que sufren de insomnio pueden experimentar dificultades para concentrarse, recordar información y rendir académicamente en la escuela».

«El ‘jet lag’ escolar es una situación bastante común entre los niños y adolescentes que experimentan cambios significativos en sus patrones de sueño durante las vacaciones, debido a actividades sociales, uso de dispositivos electrónicos u otros motivos. Este cambio en los horarios de sueño pueden derivar en dificultades para conciliar el sueño y despertarse en horarios regulares cuando comienza nuevamente la rutina escolar», puntualiza Millan Betancourt. «Cada vez nos encontramos más con esta situación, que está costando a los padres su manejo», constata, al tiempo que añade que «además del ámbito escolar, el ‘jet lag’ escolar también puede afectar otros aspectos de la vida de los niños y adolescentes, así como de los adultos en situaciones similares».

«La falta de sueño debido al jet ‘lag escolar’», prosigue la pediatra, «puede afectar la capacidad de concentración, la memoria y el rendimiento en general en el entorno escolar. Además, la privación crónica de sueño puede tener efectos negativos en la salud física y mental, como aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, depresión y ansiedad. La irritabilidad y el mal humor asociados con la falta de sueño pueden afectar las relaciones con amigos, familiares y compañeros de clase. Y, por último, el cansancio causado por el ‘jet lag’ escolar puede disminuir la motivación y la energía para participar en actividades extracurriculares después de la escuela».

«Desde el punto de vista psicológico, la evidencia científica muestra que la falta de sueño en menores puede afectar negativamente la capacidad para regular sus emociones, aumentando la irritabilidad y la susceptibilidad a problemas emocionales como la ansiedad y depresión», expone Silvia Mérida Expósito, psicóloga de BluaU de Sanitas. «Además, esto se puede traducir en problemas de comportamiento como la hiperactividad, un pobre control de impulsos y dificultades para adaptarse a los cambios».

Las «recomendaciones estándar» de horas de sueño según la edad, «pese a que pueden estar sujetas a críticas», expone el doctor Armenteros, son «de entre unas diez y once horas para niños entre 5 y 10 años; y entre 8,5 a 9,5 horas para niños de 10 a 17 años».

«Una de las estrategias más efectivas para prevenir el insomnio es mantener una rutina de sueño lo más consistente posible», lo que incluiría «establecer una hora de irse a la cama y de levantarse estable, seguir siempre la misma secuencia por ejemplo: cena, baño relajante, cuento en su propia cama con luz tenue y hora de apagar las luces», afirma Silvia Mérida, psicóloga de BluaU de Sanitas.

«Evitar siestas a última hora del día, cuidados con la alimentación (evitar, por ejemplo, la cafeína), que las actividades extraescolares no se lleven hasta última hora de la jornada y que, sobre todo si se trata de ejercicio físico intenso, se realicen al menos cuatro horas antes de irse a dormir» son algunos de los consejos de Lorenzo Armenteros para evitar problemas con el sueño. «El cuarto debe tener una temperatura adecuada y una oscuridad y tranquilidad suficientes», prosigue. «Practicar higiene de sueño en toda la familia es importante, no usar dispositivos electrónicos y establecer, en la infancia sobre todo, un criterio horario concreto».

«Es importante identificar las causas específicas del insomnio en un niño para abordar adecuadamente el problema y ayudarlo a establecer hábitos de sueño saludables» subraya Ainoa Míguez. «Es imprescindible abordar el insomnio en los niños de manera temprana para minimizar estas consecuencias y promover un desarrollo saludable. Si un niño experimenta problemas de sueño de forma regular es fundamental consultar a un médico o especialista en sueño para obtener orientación y tratamiento adecuados», concluye.