Psicología infantil

El tebeo como iniciación a la lectura

el tebeo como iniciación a la lectura

el tebeo como iniciación a la lectura / J. Alejandro López

J. Alejandro López

Iniciar a los más pequeños en el mundo de la lectura a través de fórmulas amenas es un reto al que tanto familias como profesorado se han de enfrentar en la educación de estos. Los tebeos son una herramienta adecuada para alcanzar el gusto por la lectura de los infantes, pero ¿son lo mismo cómics que tebeos o que historietas?

Sin ahondar demasiado en este debate, en la página web de la Real Academia Española tanto comic como tebeo, así como historieta, aparecen como sinónimos (https://dle.rae.es/c%C3%B3mic), pero siendo algo más puntillosos, podríamos diferenciar entre cómic y tebeo, siendo pensado el primero para un público adolescente y adulto y el tebeo para la población infantil. Así pues, en este artículo nos vamos a referir a tebeos e historietas ya que vamos a centrar el tema en la iniciación de la lectura de los más pequeños.

Los beneficios de la lectura de tebeos en la etapa de Infantil y Primaria son los siguientes:

Son una buena herramienta para iniciar a los discentes en la lectura ya que son divertidos, ágiles de entender y visualmente atractivos; las narrativas visuales ayudan al menor a entender las situaciones que se plantean; fomentan el acceso temprano al vocabulario; favorecen la expresión y el conocimiento de emociones y sentimientos; promueven la creatividad y dan un impulso a la imaginación; se les da acceso a temáticas diversas y al aprendizaje de roles y rutinas. Con los tebeos el menor aprende de una manera entretenida, lo que convierte la lectura en ocio y no en obligación.

Dentro del mundo del tebeo encontramos las historietas para completar. Estas son secuencias de viñetas que cuentan historias pero que carecen de diálogo e incluso las imágenes suelen venir en blanco y negro para poder ser coloreadas. En algunas de estas historietas aparecen los bocadillos vacíos para que el niño pueda completarlos. Otras se completan con onomatopeyas. También existen los tebeos mudos sin bocadillos, en los cuales el adulto va narrando de manera inventada lo que acontece en las viñetas, pudiendo modificar la historia tantas veces como se desee. Algunas sugerencias de tebeos sin texto son: Barbosa el pirata, de Jorge González; Ti-Jack, de Estelle Billon, y para adolescentes, La mosca, de Trondheim.

Dentro de los tebeos de superhéroes, existe una colección de historietas de Marvel enfocada a los más pequeños (niños y niñas desde siete años) con historias seleccionadas especialmente para los menores. Otro tebeo ambientado en superhéroes es Superpatata, de Artur Laperla.

Fomentar el gusto por la lectura es uno de los objetivos de los centros educativos más relevante para nuestra sociedad. Los tebeos son una herramienta amena que hemos de tener en cuenta para lograr esta finalidad, pues la lectura no ha de verse como una imposición sino como un placer, un momento de esparcimiento que puede ser compartido con el adulto, favoreciendo un vínculo afectivo y seguro entre ambos. Familias y educadores son modelos para los ojos de los menores, como afirmaba Albert Bandura, parte del aprendizaje humano se realiza de manera vicaria, observando al otro y viendo las consecuencias de sus actos. Un adulto que lee junto a un niño es un modelo adecuado.