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El reto de comer excrementos

el reto de comer  excrementos

el reto de comer excrementos / Víctor J. Navarro

Víctor J. Navarro

Ya tenemos encima el último mes del año, viendo cómo tenemos la Navidad a la vuelta de la esquina, momento donde sobre todo los mas pequeños de la casa tendrán tiempo de tomarse unas merecidas vacaciones.

Sin duda es vital el descanso a todas las edades, pero no debemos confundir descanso con tiempo exclusivo para estar enganchados a las pantallas, ya que esta filosofía es tomada de forma errónea por los jóvenes.

Como me gusta recordar, es importante estar formado en el mundo digital, no dejando de lado el uso total de los aparatos tecnológicos, sino que debemos transmitir a los pequeños de la casa lo importante de su uso responsable.

En esta línea es importante no llevar a cabo retos peligrosos que inundan las redes sociales, y que en la mayoría de las ocasiones son perjudiciales para la vida e integridad de todos los que los realizan.

Recientemente ha salido a la luz uno de estos retos peligrosos a la vez que repugnantes, y que consiste en ingerir excrementos y grabar la proeza para los seguidores.

Concretamente este aumento de la popularidad de los vídeos virales en las redes sociales sobre la ingesta de excrementos tiene su componente erróneo de pensar que tiene beneficios curativos, ya que algunos animales comen sus propias heces o su orina.

Se ha observado un aumento en los contenidos que promueven la ingesta de excrementos como supuesto beneficio para la salud, y en este sentido especialistas del ámbito de la salud se encuentran realmente preocupados por estos comportamientos coprófagos, siendo especialmente preocupante si se volviera tendencia.

Como he comentado anteriormente, esta tendencia tiene su base errónea de pensar que el ingerir microbiota puede tener características curativas, y este tipo de personas aprovechan redes sociales como TikTok para transmitir, como muchos otros videos virales, información falsa que en este caso se ha sacado totalmente de contexto, donde algunos usuarios se autoaplican un tratamiento peligroso a su manera.

Cabe destacar que dentro de los intestinos humanos viven millones de bacterias que pueden producir enfermedades como el cólera o la peste bubónica.

Para terminar, me gustaría recordar como siempre en este sentido el papel primordial de los padres a la hora de informar sobre la peligrosidad de este tipo de conductas, ya que los retos virales se combaten de una manera exitosa mediante el uso responsable de las nuevas tecnologías.