El cuento de los martes

BETO en... ‘primeros días de colegio’

El pasado mes de agosto, la India alcanzó el polo sur de la Luna con su nave Chandrayaan-3. Se trata de un acontecimiento histórico, ya que es la primera vez que una misión lunar se posa sobre esa parte de nuestro satélite. La nave Chandrayaan-3, que en sánscrito significa «nave lunar», fue lanzada desde el centro espacial Satish Dhawan, situado en la isla Sriharikota de la India, y viajó durante cinco semanas hasta llegar a la Luna. Al alunizar, se separó de la nave un ‘rover’ (un vehículo espacial con ruedas) que puede desplazarse por el terreno para explorarlo.

El polo sur de la Luna es una región inexplorada y totalmente desconocida para la humanidad. Allí no llega prácticamente luz solar y hay zonas que están siempre en la oscuridad, donde se alcanzan temperaturas por debajo de -248 ºC.

Es una región muy importante por la posible presencia de agua congelada y por el contenido de minerales que pueden ayudar a entender los orígenes de la Luna y del sistema solar. Esta misión abre una exploración científica que puede ayudar a esclarecer algunos de los misterios del universo.

Beto tardó en acostumbrarse a levantarse cada mañana para ir al colegio. El primer día, como contamos la semana pasada, fue el más duro, porque no había pegado ojo pensando en todo el tiempo que había perdido durante el verano sin hacer las cosas que había planeado hacer.

Pero María y Hugo tenían razón: en el colegio podrían hacer todo lo que no habían hecho durante el verano y estarían siempre juntos, tanto en clase como en el recreo. Beto se puso bastante contento cuando se dio cuenta de que otra vez podía volver a pasar casi todo el día con sus amigos. Procuraba atender en clase todo lo que podía, pero siempre se le escapaba algún comentario gracioso a María, que se sentaba en el pupitre de al lado. Hugo se sentaba justo delante y se enteraba también de todo, pero disimulaba mejor y, que Beto recordara, nunca le habían llamado la atención. A él y a María, unas cuantas veces. Cada vez que empezaba el curso se proponían ser buenos y no hablar en clase, pero era una tarea casi imposible.

En el recreo jugaban al fútbol y buscaban insectos en los árboles del patio. Cuando se cansaban, leían juntos, con las cabezas pegadas, el cómic que Hugo había traído.

Lo más difícil para Beto fue volver a tener que hacer las tareas por la tarde. Siempre había sido un chico muy aplicado y nunca se acostaba sin terminar los deberes. De hecho, prefería hacerlos después de comer para tener toda la tarde libre para él solo.

Aquella tarde, por ejemplo, los había terminado pronto porque no eran muchos ni muy difíciles. Así que dedicó el resto de la tarde a montar una especie de castillo hecho con cajas de zapatos sobre el que colocó un puñado de muñecos a modo de guardias. Él, señor del castillo, debía defenderlo de los ataques de los malvados hechiceros.

Así pasó toda la tarde, ideando las mejores estrategias de defensa del castillo, para poder contárselas al día siguiente a Hugo y María. María, como siempre, tendría algo que decir para mejorar la estrategia, por muy buena que fuera, pero Hugo se entusiasmaría y empezaría a hablar sobre dibujar un cómic en el que él, Beto, fuera el protagonista. A Beto siempre le gustaba que Hugo dibujara sus historias.

Al día siguiente, viernes, lo primero que hizo al llegar al colegio fue contar la historia a sus amigos. Y sucedió justo lo que esperaba. María dijo que sería imposible defender el castillo de los hechiceros sin magos, algo con lo que Beto no había contado, mientras que Hugo imaginó un montón de armas fantásticas con las que los humanos podían defender el castillo sin hacer magia.

Por la tarde, aquel mismo día, comenzaron las actividades extraescolares. Los tres estaban apuntados a una competición entre escuelas en la que se practicaban todo tipo de deportes: fútbol, baloncesto, tenis, atletismo...

Así que aquella noche Beto llegó muy cansado a su casa, se lavó los dientes y se durmió soñando con magos y hechicedros.

Y así acabó la primera semana de cole de Beto.