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Estambul: Santa Sofía y la Mezquita Azul

estambul:  santa sofía y la mezquita azul | PIXABAY

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La Opinión

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Estambul, conocida en tiempos como Constantinopla, es sin duda una ciudad cargada de historia. La mayor ciudad de Turquía fue la capital de dos grandes imperios: el bizantino y el otomano. Durante más de 2.500 años, la ciudad ha sido escenario de conflictos culturales, religiosos y políticos por el poder entre grandes potencias históricas.

Y entre tanta historia, se preguntará el viajero, ¿por dónde empezar? Pues, aunque parezca contradictorio, resulta evidente que el primer lugar que visitar en Estambul no es otro que Santa Sofía, antigua basílica ortodoxa finalizada en el siglo VI bajo las órdenes de Justiniano que, tras la caída del imperio bizantino a manos de los otomanos, se convirtió en mezquita, una función que cumplió hasta 1931, cuando se convirtió en museo, para ser de nuevo mezquita en 2020. Destaca por su espectacular cúpula y los mosaicos bizantinos que adornas sus muros, que representan a emperadores y a Cristo.

También es necesario visitar la conocida como Mezquita Azul, construida en el siglo XVII y cuyo nombre viene del color reinante en su interior, que está adornado con más de 20.000 azulejos azules pintados a mano, que están bañados por la luz del sol que entra por las 200 ventanas que dan al exterior.

Alejándonos de los edificios, cabe destacar el Gran Bazar, una de los mercados cubiertos más grandes y antiguos del mundo, en el que se pueden encontrar cientos de tiendas repartidas por una docena de calles. Si te decides a visitarlo, un consejo: no olvides regatear con los vendedores.

Otro bazar que cabe visitar es el conocido como Bazar de las Especias, donde se pueden comprar todo tipo de especias, té o dulces, entre otras delicias.