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Una maestra da a conocer Algezares a sus alumnos

María Dolores García Hernández, del colegio Saavedra Fajardo, ha llevado a cabo un proyecto para que conozcan el lugar en el que viven

La Opinión

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Para rendir tributo a Algezares, «tierra de emprendedores, luchadores, buscadores de justicia, orgullosos y generosos», y «por la parte que a este pueblo me une», la maestra María Dolores García Hernández puso en marcha con sus alumnos de 5 años del colegio Saavedra Fajardo de la localidad un proyecto para que desde lo másprofundo del corazón de sus calles, sus monumentos, sus comercios y de sus gentes, los pequeños pudieran conocer y admirar el lugar que les vio nacer y les está viendo crecer.

A lo largo de todo un trimestre, los alumnos han conocido las industrias, pasadas y presentes, de la localidad. Las canteras de yeso, la destilería, las fábricas de calzado, la fábrica de jabones, la industria de la seda y la del esparto, los nuevos comercios, sus bares, sus restaurantes…

También han explorado su naturaleza más salvaje: la sierra de Carrascoy, la sierra de La Cresta del Gallo, su fauna (petirrojos, murciélagos, culebras de escalera, búho real…), su flora (esparto, romero, pino carrasco, olivo, ciprés…).

Así como su huerta, con sus naranjos, sus limoneros, sus granados y con sus acequias que inundan de vida todo lo que tocan a su paso.

Se trata de una «tierra que ha visto nacer a grandes músicos como Miguel Ángel Clares o a grandes escritores y diplomáticos como Díego de Saavedra Fajardo, en honor al cual nuestro colegio lleva su nombre». María Dolores García destaca también a otros «personajes ilustres como Francisco Cobacho o Juan José Garre, pedáneos del pasado y del presente, siempre pendientes de su pedanía y de sus gentes. Y no podíamos dejarnos a Pepe ‘El Malena’, que con su sabiduría y gracia ha hecho felices a sus vecinos incontables veces».

Además, recuerda que Algezares tiene tres clubes deportivos: de fútbol, de tenis y de béisbol. De hecho, el tenista Nicolás Almagrosalió de las canteras de Algezares.

Los alumnos con sus familias han recorrido las calles de la pedanía, han entrado en los «fabulosos» edificios, como la iglesia de Nuestra Señora del Loreto, la ermita de San Roque, el Antiguo Ateneo Casino, la peña de La Esparteña, la Rosaleda, el Santuario de la Fuensanta, el auditorio… Y hasta en el picadero de Sebastián entraron, por lo que María Dolores manda «esde aquí un abrazo muy fuerte que te llegue hasta el cielo».

Además, hasta el colegio se acercaron «esas magníficas cocineras que nos deleitaron con sus empanadillas, su zarangollo y sus michirones».

María Dolores agradece a aquellos que han hecho posible el proyecto: A las familias y alumnos; al claustro de profesores; a don Antonio, «nuestro párroco»; a don Juan José Garre, el pedáneo; a doña Loreto, presidenta de la peña de La Esparteña; al colegio Francisco Cobacho; al instituto La Basílica; a don Pepe ‘El Malena’ y «a mi madre, que estuvo siempre presente con sus historias, sus recuerdos y su apoyo e ilusión incondicional».