Cardiff es la capital de Gales, una nación constituyente que forma parte del Reino Unido y se sitúa en la parte oeste de la Isla de Gran Bretaña, limitando al oriente con Inglaterra y al occidente con los mares de Irlanda y Céltico del océano Atlántico. La ciudad de Cardiff está habitada por unas 346.100 personas, según el censo de 2011, y se encuentra en el sureste del país, casi pegada a la frontera con la vecina Inglaterra.

Si se deciden a visitar la capital galesa, no cabe duda que el primer lugar que habrán de conocer es el emblemático carstillo de Cardiff, una fortificación de origen normando que se construyó a finales del siglo XI sobre un antiguo fortín romano. El castillo fue objeto de una concienzuda reforma durante el siglo XIX que alteró su estilo y lo dotó de un toque victoriano que casaba más con los aires de la época. En la actualidad, el castillo se conserva perfectamente y posee un gran número de curiosas estancias en su interior, ocultas tras un aspecto exterior de leyenda al que contribuye no poco su ubicación en lo alto de una verdosa colina.

Para descansar tras la visita al castillo pueden visitar el Bute Park, que antaño fue parte de los jardines del castillo y que ahora es una extensiónde verde en la que los visitantes pueden disfrutar del contacto con la naturaleza y el aire fresco característico del lugar.

Para los amantes del arte, el Museo y Galería Nacional será una parada obligatoria. Se trata de la principal galería artística del país y alberga un poco de todo: cuadros, esculturas, dibujos y hasta esqueletos de dinosaurios, así como exposiciones sobre geología o historia natural.

Para los más friquis no podemos dejar de mencionar la Doctor Who Experiencia del Museo Gallifrey, que te permitirá entrar en la mismísima Tardis y observar una magnífica colección de atrezo, vestuario y artefactos originales.