Malasia es uno de los países de todo el sudeste asiático que más atrae a los viajeros españoles. La tranquilidad en casi todo el país es la tónica habitual y el desarrollo y las buenas infraestructuras hacen que viajar a Malasia sea muy fácil.

Y si además encontramos playas, animales, selvas, historia y diferentes culturas en el mismo país, el resultado es tan atractivo que es imposible no dejarse atrapar por Malasia.

Dentro del país hay distintos lugares para viajar low-cost, tiene muy buena relación calidad- precio. En él conviven distintas culturas y religiones como el hindú, malayo o musulmán, lo que puede llamar la atención a los turistas. Algunos monumentos que visitar son las Torres Petronas en Kuala Lumpur, para comer puedes callejear por George Town. Es uno de los destinos más económicos que podemos encontrar y es que el precio de un hostal es de 9 euros, para comer podemos hacerlo por 2,20 euros y beber desde 3,20 euros.

En Kuala Lumpur podemos disfrutar de todo tipo de comidas, movernos por el barrio chino, contemplar las mezquitas, asombrarnos ante las Batu Caves o sentirnos muy pequeños al lado de las Torres Petronas. Y todo con un transporte público muy eficaz y rápido.

Es la propia historia de Georgetown, fundada por el comerciante británico Francis Light en 1786, la que la ha convertido en lo que es hoy: una ciudad multicultural en la que conviven de manera más tranquila de lo que yo podía imaginar malayos, indios y chinos en su mayoría.

Paseando por sus calles es igual de fácil encontrar una mezquita que un templo hindú o uno chino. Y toda esta rica mezcla en una ciudad en la que su pasado colonial es todavía patente en su arquitectura y alguna iglesia. Con tal amalgama a nadie debería extrañarle que la ciudad fuese declarada patrimonio de la humanidad en 2008.

Otras ciudades interesantes para visitar son Malacca o Melaka; Kuala Terengganu, fundada por comerciantes chinos; Kuching, capital de la provincia de Sarawak; Tioman o las Islas Perhentian.