La Comisión de Juventud Sorda de la CNSE (CJS-CNSE) ha mostrado su preocupación ante la vuelta a las aulas del alumnado sordo, ya que, según ha informado, «año tras año se vulneran los derechos de miles de niñas, niños y jóvenes sordos sin ningún miramiento».

En opinión de su presidenta, Berta Viñas, es «inadmisible” que se les nieguen los recursos y adaptaciones necesarias para acceder a la educación en igualdad de condiciones que sus compañeras y compañeros: «Las personas sordas tenemos derecho a seguir las clases con normalidad y, por tanto, a contar con la presencia de intérpretes de lengua de signos, materiales adaptados, y ayudas técnicas».

Sin embargo, lo más frecuente es que los intérpretes se incorporen de forma tardía a las aulas, y que pocas veces cubran todo el horario lectivo. «Y eso en el mejor de los casos», lamenta Viñas, que acusa a la comunidad educativa de falta de compromiso con las necesidades comunicativas del estudiantado sordo.