¿SABÍAS QUE…?

Marte, el “planeta rojo” por su color rojizo, es el segundo planeta más pequeño del Sistema Solar, pero puede verse en el cielo a simple vista sin telescopio. Los griegos lo llamaban “Ares” y los romanos “Marte”, los nombres del dios mitológico de la guerra. La órbita de Marte permitió al astrónomo Kepler descubrir las leyes del movimiento de los planetas. Su superficie es desértica y no hay atmósfera respirable. Al hablar de Marte pensamos en exploraciones espaciales y en películas de marcianos. En este momento hay varios “rover” (vehículos científicos todoterreno), como el Curiosity, el Perseverance o el chino Zhu Rong, estudiando su superficie y la posible existencia de agua, y buscando indicios de vida pasada.

CÓMO ES MARTE

Marte es la mitad de grande que la Tierra. Allí el paisaje es muy distinto, sin agua, sin vegetación y sin animales. La superficie está repleta de rocas y piedras, y hay extensas zonas cubiertas de polvo y de dunas de arena. Su color rojizo es debido a que contiene mucho óxido de hierro. Presenta enormes cráteres del impacto de meteoritos, montañas de lava de antiguos volcanes, cauces secos de ríos y grandes depresiones y acantilados. En Marte está el Monte Olimpo, un gigantesco volcán de más de 20 kilómetros de altura. Tiene dos satélites muy pequeños y de forma irregular, que se llaman Fobos y Deimos.

La órbita de Marte es elíptica. Su distancia al Sol varía entre los 207 y los 249 millones de kilómetros. Marte tarda 687 días en dar la vuelta al Sol; es decir, un año marciano es casi el doble que el nuestro (de 365 días). La rotación es similar a la de la Tierra, y los días duran unas 24 horas como los nuestros. La gravedad de Marte es menor, nuestro peso allí es casi la tercera parte que aquí. En Marte no existe campo magnético y, en consecuencia, no funcionan las brújulas y, además, las partículas solares entran en la atmósfera al no haber escudo magnético.

La atmósfera de Marte está compuesta en su mayoría de dióxido de carbono, y su presión es 100 veces inferior a la de la Tierra. Existen enormes diferencias de temperatura entre las estaciones y entre el día y la noche. La temperatura media es de 50 grados bajo cero. En Marte se producen grandes tormentas de polvo que, a veces, cubren el planeta entero durante semanas. El cielo no es azul sino de un tono rosa salmón, debido a la dispersión de la luz por el polvo. Posee dos casquetes polares con dióxido de carbono congelado. En Marte no puede existir agua líquida; si la hubiera, estaría congelada. La geología marciana sugiere que pudo haber agua en el pasado. Se cree que todavía hoy podría existir agua helada bajo tierra.

MARTE DESDE LA TIERRA

Materiales

Dos personas. Tiza.

Dibujamos las órbitas en el suelo

Utiliza cada losa de un suelo enlosado como unidad de medida (aproximadamente 1 losa = 50 millones de kilómetros). Si el suelo es de cemento u otro material, utiliza una cinta métrica para medir las distancias. Marca la posición del Sol en el vértice donde se cruzan cuatro losas. Toma una distancia de 3 losas desde el Sol y pinta un círculo alrededor que será la órbita de la Tierra. Ahora mide 4 losas hacia la derecha del Sol y 5 losas hacia la izquierda, y dibuja una elipse que pase por esos dos puntos. Ésta será la órbita de Marte (ver el dibujo).

Marte se aleja y se acerca a la Tierra

Una persona hace de Marte y otra de Tierra. Ambas se colocan en el punto de salida, donde las dos órbitas están más próximas. La Tierra elegirá una velocidad (siempre la misma) para caminar en su órbita. Pero Marte deberá caminar un poco más lento y debe ajustar su paso de manera que cuando la Tierra haya dado una vuelta entera, Marte haya recorrido sólo media órbita. Marte debe ensayar un poco para conseguir la velocidad adecuada. Entonces, Marte y la Tierra pueden seguir dando vueltas sin parar alrededor del Sol. Cada vuelta de Marte serán dos vueltas de la Tierra. A veces Marte y la Tierra estarán muy cerca, con el Sol a la izquierda de ambos; y a veces estará muy alejados, con el Sol entre medias. Por eso Marte a veces brilla mucho y al año siguiente brilla menos.

SABER MÁS

La NASA llama “los siete minutos de terror” al tiempo necesario para frenar una nave que llega a Marte a más de 20 mil kilómetros por hora para “amartizar” (aterrizar en Marte) sin problemas. Para ello se utilizan grandes paracaídas como freno.