Por cuarto año consecutivo la población de La Magdalena (Cartagena) acogió a los escolares de primaria del colegio comarcal Azorín, que agrupa a niños y niñas de Molinos Marfagones y de varias poblaciones de diversas diputaciones de la zona oeste del campo de Cartagena, en el marco del proyecto 'Pasando la bola'. Este proyecto está promovido por la Asociación de Vecinos de La Magdalena con apoyo de la Federación Regional de Bolos Cartageneros y la Sociedad para el Desarrollo de las Comunidades Costeras-SOLDECOCOS; y la colaboración de las concejalías de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Cartagena y la Junta vecinal municipal de Molinos Marfagones.

Previamente al inicio de esta actividad, varios alumnos y alumnas del IES Sabina Mora de Roldán (Torre Pacheco), junto con profesores de éste y con la ayuda de los veteranos boleros Francisco Zamora, Juan Martínez, Francisco Cegarra y Antonio Rupert, colaboraron con la asociación de vecinos de La Magdalena en un taller de acondicionamiento del carril de bolos de La Magdalena, que se encontraba en mal estado por los daños ocasionados en la DANA de septiembre, en espera de que definitivamente las instituciones municipales con competencias en la materia rehabiliten el carril y su entorno.

Son alumnos de la materia de iniciación a la investigación de tercero de la ESO, que imparte el profesor David Alonso, y llevan varios años trabajando con las nuevas tecnologías en relación con la cultura y costumbres del campo de Cartagena (entre otras cosas, modelado e impresión 3D de un molino de viento y de una bola válida para el juego de bolos cartageneros). Uno de los objetivos de esta actividad es impregnar al alumnado del IES Sabina Mora de las tradiciones de su tierra, inculcando valores educativos, aprendiendo y colaborando en el arreglo de un campo de bolos.

Un centenar de escolares se desplazaron hacia la población de Cuesta Blanca, donde se inició una excursión, guiada por SOLDECOCOS, para conocer el medio rural de la Diputación de la Magdalena, su patrimonio natural y cultural, los valores ambientales y tradicionales del campo. La primera parada se hizo al pie de uno de los símbolos de identidad del campo de Cartagena, el Molino de la Tía Jarapa o de Los Frailes, donde Miguel Madrid, descendiente de varias generaciones de molineros, respondió a las preguntas que le realizaron los niños, y explicó sus recuerdos y conocimientos del molino de su abuela la Tía Jarapa.

Este molino es uno de los más antiguos de la zona, presenta la maquinaria original, pero recientemente se han caído dos de los palos del arbolado, por lo que sería necesario que las administraciones competentes apostasen por su recuperación, para fomentar así su conservación y su puesta en valor.

Algarrobos, almendros, aljibes, higueras, madrigueras, conejos, abubillas, ríos de lava y pedrizas sorprenden a los alumnos por el camino rural que lleva a La Magdalena; donde les esperaban dos talleres paralelos. Uno sobre el Juego de bolos cartageneros a cargo de Diego Segovia, Juan Martínez Fornet y su hijo Juan, miembros de la Federación Regional de Bolos Cartageneros, donde los alumnos divididos en equipos de boleros jugaron una partida para ver quiénes son los mejores tiradores y practicar distintos tipos de lanzamiento y las reglas básicas del juego. El otro taller llevaba por nombre 'Construye el molino de la Tía Jarapa o de los Frailes', consistente en la elaboración de un molino, con la plantilla de un recortable rescatado de una edición que regaló el diario LA OPINIÓN.