Opinión | Achopijo

Lector 'Beta'

No sabía qué era lo de lector ‘Beta’, aunque es de esas cosas que te dicen y entiendes, como por la inercia de tu vida. Sí, acerté. Soy prelector de una obra que está casi a punto, y el autor espera que le diga lo que pienso de lo leído, seguramente, y aquí está el premio, porque le parece interesante lo que yo pueda decirle al respecto

Entre las cosas bonitas que me están pasando en esta etapa de la vida, la que nos sitúa en una especie de equilibrio extraño en el que te sigues sintiendo alguien por madurar y a la vez sabes que se te pasa el momento, está el haber sido elegido por un escritor amigo como lector ‘Beta’ de su primera novela. Me están pasando cosas bonitas (siempre pasan, hay que verlas), y esta es una de ellas. No sabía qué era lo de lector ‘Beta’, aunque es de esas cosas que te dicen y entiendes, como por la inercia de tu vida. Sí, acerté. Soy prelector de una obra que está casi a punto, y el autor espera que le diga lo que pienso de lo leído, seguramente, y aquí está el premio, porque le parece interesante lo que yo pueda decirle al respecto. Mi abuela me decía que cuando eres viejo y aceptas el valor que tiene tu experiencia es cuando más útil te sientes, aunque la mayoría de las veces no te hagan caso. Algo de esto hay en este orgullico que me ha hecho ser lector ‘Beta’. He de decir que leo de otra forma, y esto quizás perjudique todo. Pero bueno, lo estoy disfrutando.

Hoy he recorrido la ciudad en coche después de varias semanas. Nos hemos mudado y ahora las rutinas están cambiando. Me llena de alegría cambiarlas porque me da la sensación completa de estar viviendo nuevos días. Como lo de hacer el viaje de amigos a sitios inesperados y nuevos, tipo Palencia, Zamora, Ávila o Soria, en vez de Madrid, Alicante, Granada o Ibiza, donde los recuerdos se mezclan y se diluyen. Las jacarandas en González Conde resaltan la luz de la tarde sobre fachadas de antiguos edificios. De los pocos que quedan bonitos. Las letras de ‘La Especiera Murciana’ siguen siendo una referencia de estilo y recuerdo en el barrio al otro lado del río. El tráfico es lento. La ciudad también ha enlentecido ya, casi en junio, aunque el sol no pica hoy. Imagino una voz narrando un reportaje que habla sobre el mestizaje de la última década en el histórico barrio carmelitano, plagado de comercios con culturas de medio mundo. Carmelitano, palabra murciana preferida.

Un espejo de Inacua refleja a un grupo haciendo kárate bajo la silueta de la catedral y palmeras esbeltas que se balancean. Recuerdo que a veces, veía a mi tía desde el coche, esperando en algún semáforo, con sus bolsas de El Corte Inglés. Sin poder saludarla, la seguía con la mirada. He sonreído como si la estuviera viendo otra vez. Y pienso que es un éxito poder recordar a quien no está, así de sencillo, con amor, en tu ciudad. Un concejal del ayuntamiento recorre en bici la avenida, en sentido contrario al mío. Me alegra verle pedalear. Tengo ganas de escribir, seguramente gracias a Aurelio. Eso ya lo ha conseguido el cabrón. Ahora vivo aquí al lado y soy lector ‘Beta’ de una novela, tía. Abuela. En unos días me acerco a los 50 un poquito más. Y sigo viviendo nuevos días, y minutos de oro. Feliz domingo, amigos. Vale.

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