El blog del funcionario

SMS: Al César lo que es del César

El SMS sigue inmerso en sistemas arcaicos y decimonónicos y, por tanto, sigue enrocado en procesos selectivos impropios del cuarto del siglo XXI

Aspirantes en oposiciones.

Aspirantes en oposiciones. / Juan Carlos Caval / LMU

Miguel H. Valverde

Miguel H. Valverde

Este pasado domingo, el Servicio Murciano de Salud ponía punto y aparte a las más de ochenta convocatorias que tenía pendientes (en concreto 83), donde más de cuarenta mil instancias inundaron el edificio Habitamia. Por cierto, en torno al 70% de los opositores presentados son mujeres, un dato muy importante y positivo que no deberíamos obviar.

Han sido casi veinte fines de semana (19) llenos de nervios e ilusión, de esperanzas y presión. Ha habido fines de semana (9) donde las convocatorias se celebraron sábados y domingos, y salvo el error cometido por la empresa privada encargada de fotocopiar y custodiar los exámenes en la oposición de Fisioterapia, el proceso selectivo ha culminado sin sobresaltos, sin conflictos destacables y con absoluta normalidad. Al contrario de lo ocurrido en la CARM, donde aún colean algunos conflictos y procesos, como por ejemplo el que se ha conocido este fin de semana, y publicado en La Opinión, sobre el proceso de vigilantes de seguridad.

Por eso, toca felicitar al SMS a través de su servicio de selección del gran trabajo realizado en estos meses, donde mucha gente se jugaba algo más que aprobar un examen, lo que generaba un estrés añadido.

Pero como dice el dicho popular, el árbol no debería impedir que veamos el bosque, o que no nos quedemos mirando el dedo que apunta a la Luna. Y es que el SMS, al igual que muchas administraciones públicas, sigue inmerso en sistemas arcaicos y decimonónicos, y, por lo tanto, sigue enrocado en procesos selectivos impropios del cuarto del siglo XXI, que llevamos vividos y muchos (demasiados) sufridos.

Aún queda mucho camino por recorrer para que abandonemos definitiva y administrativamente el siglo XX.

Que se siga premiando de igual manera a quien saque un cinco que un nueve en estos procesos para puntuar en las bolsas de trabajo, que se tarde casi un lustro en resolver un proceso selectivo o que incluso haya gente que pueda comprar puntos para engordar las bolsas de empleo (amén de la locura que significa tener casi a la mitad de la población activa en las bolsas), son un puñado de ejemplos fundamentales que se deben corregir de manera urgente, aunque sea simplemente por justicia.

En estos próximos tres o cuatro años, más del 30 por ciento de los trabajadores y trabajadoras del SMS se jubilarán, y sería bueno que, de una vez por todas, se aprovecharan para cambiar las estructuras de un edificio que presenta grietas y empieza a hacer agua por demasiados sitios.

Seguir pintando paredes al gusto de algunos sindicalistas, o decorando despachos a su gusto, es un lujo que el SMS ni puede ni debe permitirse. Los recursos humanos son demasiado importantes para que sigamos jugando con ellos como si esto fuera el ‘Monopoly’.

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