Pulso político

Sembrar igualdad para recoger libertad

En la Región de Murcia los derechos de las mujeres se utilizan como moneda de cambio. Así, con esta frialdad, el Gobierno regional se pone de perfil, incluso de espaldas, ante la desigualdad de género, con una agenda política totalmente vacía y con poca intención de cambiar esta realidad

Foto de archivo del Día Internacional de la Mujer.

Foto de archivo del Día Internacional de la Mujer. / EFE

Tania Ros

Cada 8 de marzo, un balance. Un balance ante una lucha que no caduca, que permanece activa, y que no deja impune al machismo. Un balance que nos acerca a la realidad. Cada vez que se produce un avance en derechos para las mujeres, cambia la realidad de la sociedad al completo, pero estos avances siempre generan un debate. No parece que sean derechos de los que permanecen consolidados, sino derechos que tenemos que justificar y pelear a cada momento, porque hay quienes los quieren negar o quienes los utilizan como moneda de cambio. Y si hablamos de derechos, nunca, jamás, se puede ceder. 

En la Región de Murcia los derechos de las mujeres se utilizan como moneda de cambio. Así, con esta frialdad, el Gobierno regional se pone de perfil, incluso de espaldas, ante la desigualdad de género, con una agenda política totalmente vacía y con poca intención de cambiar esta realidad. Claro está que han cedido en cuanto a nuestros derechos para conformar un gobierno insostenible socialmente con quienes niegan la violencia machista, la desigualdad y la discriminación que sufrimos las mujeres. Ahora les tenemos en las instituciones, tanto a quienes se erigen contra el feminismo, como a quienes se tapan los ojos para no mirar. Y de esta forma, el machismo está dentro de las instituciones y nos condena a la discriminación a la mitad de la población. 

Podríamos empezar hablando de un equipo de Gobierno totalmente desigual en términos de paridad. Ocho hombres y tres mujeres ocupan las primeras filas de la política regional, una imagen bastante visible y clara de lo que se puede esperar en cuanto a la lucha por los derechos de las mujeres. 

Hemos observado cómo PP y Vox destruían las concejalías de Igualdad en varios ayuntamientos. Hemos observado como cambiaban Violencia de Género por Violencia en el ámbito del Hogar. Y aunque mantuvieran la Consejería de Igualdad, la parálisis y la inacción hacen gala del negacionismo en el seno de la institución, con un Observatorio de Igualdad que se reunió el año pasado solo tres veces y todavía no lo ha hecho este año; con un Pacto Regional contra la Violencia de Género aún pendiente de renovar, y con una comisión de trabajo que debería agilizarse y ser efectiva. 

El Consejo General del Poder Judicial informaba en el último trimestre de 2023 que las denuncias contra la violencia de género habían aumentado un 27% y la Región de Murcia se posicionaba como la segunda comunidad autónoma con mayor tasa de violencia de género

Ocupamos pódiums de desigualdad también en términos de brecha salarial, aumentando nuevamente la brecha y, a esto hay que sumar que la Región de Murcia es la segunda comunidad autónoma con salarios más bajos, lo que incrementa la precariedad de las mujeres. Además, el 77% de los contratos a tiempo parcial pertenecen a mujeres, y el 86% de las personas que dejan el trabajo por cuidados de menores y familiares son mujeres

Frente a la inacción del Gobierno regional en materia de igualdad entre hombres y mujeres, tenemos un Gobierno de España que prioriza las actuaciones de la agenda feminista para avanzar en derechos y libertades. Y nos nutrimos de ello también en las comunidades autónomas. 

Las actuaciones en pro de la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres que se están desarrollando en la Región de Murcia se están llevando a cabo gracias a los fondos del Gobierno de España, como el Pacto de Estado contra la Violencia de Género; el programa FSE+ para casas de acogida, el Plan de Choque para la economía de los cuidados y refuerzo de políticas de inclusión, la realización del Centro de Crisis 24 horas para asistencia a mujeres víctimas de violencia sexual o el Plan Corresponsables, que está sirviendo de formación y respiro a las familias de todos los municipios de la Región. 

La desigualdad que sufrimos las mujeres es indiscutible e innegable. También, el peligro que supone su negación desde las instituciones. Sembrar igualdad ahora, más que nunca, supondrá recoger libertad, avance y progreso para toda la sociedad.

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